Una unidad de cuidados intensivos celulares y dos médicos acompañan a Pedro Sánchez en todos sus viajes fuera de La Moncloa. El presidente del Gobierno ha decidido ampliar significativamente el séquito que le acompaña en su agenda diaria. Además de un importante refuerzo en En su equipo de seguridad, la máxima novedad llamativa en el despliegue que acompaña al presidente dentro y fuera de Madrid es la inclusión de una discreta furgoneta que cuelga periódicamente detrás del largo desfile de autos de la comitiva y seguridad del presidente. Se trata de un vehículo camuflado móvil de la UVI en el que viajan dos médicos adscritos al servicio de La Moncloa con el proyecto de velar las 24 horas por el estado físico del presidente. El presidente utilizó Sanidad el pasado fin de semana para atacar al PP con una estrepitosa frase: ser curado. «
La indignación en la Comunidad de Madrid por esta sentencia es enorme. Además de este despliegue de médicos, Pedro Sánchez es un usuario habitual del Hospital Ramón y Cajal, un medio público a escasa distancia del Palacio de la Moncloa.
Visita del presidente del Gobierno a la sede de un establecimiento situado al norte de la localidad de Madrid. Pocas horas antes de la llegada de Pedro Sánchez, una docena de furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP) circulaban por los alrededores de esta sede. el máximo componente visual del despliegue de seguridad del presidente, que ha alcanzado cotas sin precedentes en tiempos de democracia. Con los uniformados llegan varias decenas de agentes de paisano que invierten la sede de este establecimiento. A las pocas horas llega la comitiva presidencial, compuesta por siete vehículos. En penúltimo o último lugar, una minivan plateada. En el interior, todo el instrumental, telas y elementos de una UCI celular. Pasajeros, dos médicos. Esta construcción se encuentra a poco más de diez minutos del máximo hospital público popular de Madrid, uno de los máximos productivos de Europa, La Paz.
Pedro Sánchez decidió, independientemente de la proximidad de los hospitales de Madrid, desempolvar aquellos automóviles que esperaban un mayor uso en los equipamientos del Complejo de La Moncloa. Los grupos de seguridad de los pasados presidentes sólo han utilizado esos automóviles en determinadas ocasiones. Casa Real, cuyo despliegue de cobertura con el Rey ha sido el que con mayor criterio en número de agentes y medios, por ejemplo, no lo utiliza con el Rey Felipe VI. Aparcada junto al búnker donde se encuentra el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) está situado, desde que Pedro Sánchez es presidente, han sido actualizados y preparados para acompañar al presidente allá donde vaya. Rajoy ni siquiera los miró.
Sánchez incluyó en su séquito al servicio médico de Moncloa durante sus viajes. Como los que hacía, por ejemplo, cuando asistía a actos deportivos de las selecciones españolas de baloncesto o de fútbol. “En el séquito del presidente, además de la seguridad lógica, hay es al menos un usuario de las redes sociales, un fotógrafo y un servicio médico”, dice un testigo de esos viajes del presidente.
El temor del presidente por su salud y protección física ha sido una constante, al menos desde su llegada a La Moncloa. Sánchez, de 50 años y 1,90 de estatura, goza de una forma física adecuada. Sin embargo, a pesar de que Jugaba baloncesto casi profesionalmente, cuando llegó a la presidencia del gobierno tomó la decisión de no jugar más con la pelota y la canasta, para asombro de todo su equipo. La explicación que dio es que como presidente del gobierno, él Puede que simplemente no haya percances. Su equipo quedó atónito.
Otro de los muchos ajustes que ha sufrido el Palacio de la Moncloa con la llegada del nuevo inquilino, en 2018, ha sido la retirada de los vuelos en helicóptero. Mariano Rajoy tenía una aversión absoluta a los helicópteros, molesto por el giro del destino que sufrió con Esperanza Aguirre. en diciembre de 2005, en Móstoles. A pesar de que el choque en el despegue le provocó una innegable fractura en un dedo, el último presidente del PP se negó a volver a subirse a uno de esos aviones: «¿Vive otra gente sin meterse nunca en un helicóptero, ¿por qué tengo que hacerlo yo?dijo en una entrevista televisiva.
Pedro Sánchez ha retomado la costumbre de José Luis Rodríguez Zapatero de trasladarse desde el Palacio de la Moncloa hasta la base aérea de Torrejón de Ardoz en un helicóptero Superpuma del Ejército del Aire, en el aeródromo militar de Cuatro Vientos. Se trata de una aventura de 26 kilómetros, en los que una delegación como la presidencia, en coche, tardaría algo más de 20 minutos. No es raro ver en el cielo madrileño el vuelo de esta aeronave, pintada de blanco con un discreto adorno de líneas rojas, perteneciente a la escuadrilla Ala 48, 402 del Aire Fuerza y Espacio.