Ayrton Senna, a 30 años de su muerte: ¿qué tiene en la F1?

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«La muerte de Ayrton Senna es desafortunada. Pero la exposición que generó. . . Es inteligente para la Fórmula 1. Soy popular, sin embargo, muchas otras personas que no lo conocían descubrieron la Fórmula 1 debido a la exposición generada por su muerte». dijo Ecclestone en una entrevista con el periódico Folha de Sao Paulo en octubre de 2017.

La expresión podría sonar reprensible para cualquier ser humano con cierto grado de empatía, pero en el caso del pequeño inglés que dirigió los destinos de la Copa del Mundo durante 40 años con un trote marcial y que convirtió los negocios en un culto a la vida, resulta sincero. Dejando de lado los factores que apuntalaron la expansión de la F1 en términos de marketing, transmisión e ingresos, la trágica muerte de Senna trajo un cambio positivo en términos de seguridad.

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La FIA no se limitó a asistir al multitudinario funeral del ídolo y a entregarle una corona. Prefirió pintar para evitar que un GP maldito como el de Imola volviera a caer. Esta petición, que Senna había hecho el domingo por la mañana en la carrera de San Marino y que sería más evolucionado dos semanas después en Mónaco, a pesar de todo fue concedido.

Se han reforzado los controles de circuito. La curva Tamburello donde murió Ayrton se reconfigura absolutamente de una curva de trescientos km/h, que no tenía suficientes salidas de emergencia para esa velocidad, a una chicane. Además, se han reconfigurado los circuitos de Hockenheim, Spa-Francorchamps, Interlagos y Monza.

En cuanto a los automóviles, se han hecho más estrictas las pruebas de choque del chasis, se han instalado protectores laterales para la cabeza, se han regulado los cascos, se han modificado las estructuras de los automóviles para espacios delicados y se han aumentado las barreras de contención en las carreteras y en las vías médicas. La gente en las pistas ha sido mayor.

La Fórmula 1 se ha vuelto particularmente más segura desde la muerte de Senna. Tanto es así que, a pesar de las numerosas lesiones sufridas desde entonces, sólo una muerte merece ser lamentada: Jules Bianchi, en el GP de Japón de 2014, 20 años después de la muerte de Senna. Muerte del brasileño. Fue en Suzuka, bajo un diluvio, donde el francés acabó chocando contra una grúa que se encontraba a un lado de la pista para retirar el Sauber de Adrian Sutil. Según la investigación de la FIA, Bianchi no logró frenar su Marussia mientras merecía en un sector con doble bandera amarilla, se hidroplaneó en un charco y terminó debajo del tractor, golpeándose de lleno en la cabeza. El piloto pasó nueve meses hospitalizado por muerte cerebral, hasta que finalmente falleció.

La tragedia de Bianchi tampoco pasó desapercibida para la FIA, que siguió el HALO, además de prohibir el acceso de maquinaria pesada con coches a la pista, en algunos casos así se ha hecho notar. El legado de seguridad de Ayrton quedó marcado a fuego, al igual que su muerte.

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