La broma a través de Lupez Obrador

Francisco Garfias

01 agosto 2020

 

¿Se burló el uso de la mascarilla? ¿Mal chiste? ¿Injerto sexista? El presidente está enviando el mensaje de que no lo usará hasta que termine la corrupción.

Obrador ha estado en el Palacio Nacional durante 20 meses. Un año 8 meses, contados. Simplemente percibes que es un ejemplo.

Si somos rigurosos, sus palabras son una popularidad que no ha sido para combatir la corrupción, que él describe como «la peor pandemia en México».

¿Podría ser que no sabe que en noviembre pasado dijo que la corrupción ya había sido derrotada? Es una pregunta, no te emociones.

 

Él necesita usarlo, incluso con los llamados de la OMS, de los ex secretarios de salud, el Nobel Mario Molina.

No percibe que esta es una medida para prevenir la propagación de covid-19, que ya ha matado a 46 mil 688 mexicanos, y no es un tema para chacotear en la mañana.

Sería genial si revisara los estudios del Instituto de Economía Laboral, fundado en Bonn, Alemania. Los hallazgos implican que el uso de la máscara puede contagiar hasta en un 40 por ciento.

El comentario del presidente es tan desproporcionado que el periódico británico The Guardian le confió un área en su sitio web.

 

Nueve gobernadores de la Alianza Federalista firmaron una carta que no es fácil su pronta destitución como portavoz y jefe de la pandemia. Piden que un experto en la caja se encargue de esta tarea «con sabiduría y humildad para comprender, en todas sus dimensiones, lo que está en juego en esta grave crisis de aptitud física». «No impidió mentir, cayendo en contradicciones sobre las proyecciones y los ingresos a implementar», enfatizan.

Los firmantes son Marton Orozco, de Aguascalientes; José Ignacio Peralta, de Colima; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinhue, de Guanajuato y Enrique Alfaro, de Jalisco.

Pero también Miguel Angel Riquelme, de Coahuila; Silvano Aureoles, Michoacon; Jaime Rodríguez, El Bronco, nuevo León y Francisco Javier Cabeza de Vaca, de Tamaulipas. Llamada de Javier Corral en el documento. Pero Chihuahua se derrumbó. Publicó un tweet en el que declaró que no había debatido ni sabía el texto que contenía su firma.

Otro gobernador de la Alianza, Juan Manuel Carreras, de Potoso, para mantener las formas. Es el actual presidente de Conago.

La demarcación utilizada a través de López-Gatell para descalificar el documento de los gobernadores. Es, desde el principio, «un detalle revelador del carácter de la proclamación», dijo.

Los Gobers también dijeron que se han hecho intentos de trasladar el deber de gestionar la epidemia a los gobiernos estatales y municipales, a través de un tráfico suave que ha sofocado las economías locales.

Es transparente que no haya una discusión lo suficientemente buena entre el gobierno federal y la Alianza Federalista.

 

Clara Torres, en relación con el programa que desapareció de los restos de los niños al comienzo del gobierno, nos dice que Corral lastimará el símbolo de Maru para abrir la cancha al senador del PAN, Gustavo Madero, su delfín.

«No necesito a Javier para la Anaya de Chihuahua», nos dijo sobre la partida de Margarita Zavala del PAN.

Clara es una de las 170 personas en Juárez que han firmado un documento que no facilita la formación de una comisión para investigar la violencia política de Corral opuesta a Maru.

«El tiempo, los casos y el contenido de las descalificaciones nos llevan a suponer que se trata de un ataque exclusivamente mediático, cuyo único objetivo es dañar el símbolo de una mujer que goza de una prestigiosa reputación», dicen.

Maru incluso acusado de recibir efectivo de César Duarte. Se llevó a cabo a través de un candidato PRI. Pero el propio lugar de trabajo del fiscal de Chihuahua admitió que no hay evidencia para desestimar el cargo.

 

 

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