Hoy se conmemora un año después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se hizo cargo de un nuevo representante en el país con la mayor población de habla hispana. En estos primeros 365 días de AMLO, continuó a dar a conocer el compromiso de llevar a cabo un ambicioso plan para cambiar el país, que se destaca en el período de la «Cuarta de la Transformación». Él se aseguró de que su hijo va a ser tan importante en la historia de México, como la independencia, la reforma y la revolución, en la tercera de las principales etapas históricas de México, México.
Las expectativas puestas por el propio presidente, son los de mayor actividad; son los propios mexicanos, al presidente, a la que le otorgan una clasificación de popularidad de 58,7%, de acuerdo con la última encuesta de El periódico «El Universal». Y es que la promesa de una emocionante, un nuevo México, López Obrador, 66, siempre lo hace, que atrae a gran parte de los ciudadanos de un país cansado de la violencia » (36.685 a su casa en el año 2018), la impunidad (en el 99% de los delitos no son castigados y la corrupción rampante. El presidente Enrique Peña Nieto, salió con un 26% del total de la popularidad.
Sin embargo, la constante de la retórica manía de la «buena gente», que dice representar, y de la «mafia del poder», a todos los que están en contra de él, se ha generado una profunda división dentro de la sociedad, en torno a la figura de un presidente de gobierno que se genera acérrimos seguidores, y a los fuertes detractores, debido a los tintes mesiánicos. Su principal habilidad es la de la polarización. Para Identificar a un enemigo y, por supuesto, es una forma muy común de hacer política de estos populistas de latinoamérica», explica Iván Arrazola, especialista en ciencias políticas de la Universidad Autónoma de Guadalajara (México).
la protección que se le da a su alto índice de popularidad de amlo, a veces se comporta de una manera totalmente arbitraria y la improvisación, que es con lo que se cae en una contradicción permanente. Por ejemplo, la forma en que él lo hizo con la presidencia, en la que se ha cancelado la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que había sido construido en un 30%, y en donde la fcc y Acciona han participado en la excusa de que el trabajo puede afectar negativamente al medio ambiente y a los pocos días, después de aprobar la construcción de una nueva refinería en México, y una línea de ferrocarril en la Península de Yucatán, la cual requiere de la destrucción de varias hectáreas de bosque tropical. Todos los proyectos de infraestructura que genera un impacto ambiental, sino que López Obrador, a veces, si me importa, y a veces no.
«Vemos, por primera vez, con un fuerte compromiso con el más alto nivel de energía para la lucha contra la corrupción», dijo Roberto Zepeda, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, México. En este primer año de vida, el gobierno de AMLO en contra de algunos de los personajes más importantes de los que, supuestamente, haber estado involucrado en varios casos de corrupción más importantes. Entre otras de las celebridades, el ministerio público especializado en delitos financieros de que se ha actuado en contra de Juan Collado, abogado de Peña Nieto, el líder sindical de la petrolera estatal Pemex, Romero Deschamps, y el ex director general de Pemex, Emilio Lozoya. En el caso de Lozoya, de hecho, está en parte vinculado a corruptos de la trama de la constructora brasileña Odebrecht en América Latina y el caribe.
Su objetivo es la lucha contra la corrupción, y a partir de ello, generar los recursos para financiar los programas sociales», dijo Zepeda. De acuerdo con la OCDE, un think thank, la corrupción le cuesta a México el 10 por ciento del producto interior bruto, que es de alrededor de US $ 150 millones de dólares al año. Sin embargo, llegan a un acuerdo de gobierno de Peña Nieto, que ha sido pintada con los numerosos casos de corrupción y, sobre todo, conocido como la «Casa Blanca», una piedra de tropiezo, y en la que su esposa, Angélica Rivera, compró una casa y de una empresa de construcción de lo que él mismo había recibido de los contratos del gobierno de su esposo, de acuerdo con una investigación de la prensa.
México ha mantenido una política exterior más en consonancia con la de los Estados Unidos, que desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Y fue precisamente en el año de 1994, que entró en vigor el existente en el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, en un acuerdo por el que se consolida el actual contexto de la integración económica entre los Estados Unidos y el Canadá. El resultado es una relación comercial y de inversión de US$ 500 millones de dólares entre México y los Estados Unidos, en una situación en la que, sin embargo, llevó a que el país, en mesoamérica, a confiar en gran medida en la primera potencia. Así, el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas van a los Estados Unidos de américa.
En un intento por diversificar su fuerza y de su exportación, López Obrador ha tratado de ampliar los esfuerzos de la diplomacia mexicana con la de otros países de américa latina, sin perjuicio de su relación con los Estados Unidos de américa. En realidad, a AMLO y a Donald Trump, y que, por lo visto, se le dan muy bien. «A mi me gusta la de su presidente, la verdad es que he trabajado mucho mejor, y con el presidente de la república (AMLO), de lo que yo lo he hecho con el anterior (Peña Nieto)», dijo Trump en una entrevista en la radio de hoy.
La llegada de AMLO, también ha llevado al resurgimiento de la Doctrina de la Carretera de la política exterior, a principios de los años 1930, y la defensa de la no intervención en los derechos humanos y la resolución pacífica de los conflictos, y que limita con México al tener relaciones sexuales sólo con los Estados miembros y no de los gobiernos. Los principios de la Doctrina de la red de carreteras, es la razón por la que México no reconoció a Juan Guaidó, el presidente encargado de Venezuela.
«Primero los pobres», dijo López Obrador en su discurso, en julio de 2018, para celebrar su victoria en las elecciones. A la mitad de la población vive en la pobreza y en la de AMLO, se defiende con la aprobación de los programas y proyectos sociales para ayudar a los refugiados. Sin embargo, él no va a subir los impuestos para financiar sus actividades, y se ha tratado de hacer que las economías con una serie de medidas de austeridad en la administración pública. Se ha bajado el sueldo, se ha reducido el sueldo de los funcionarios de alto nivel, y cerca de varios de los organismos públicos. Sin embargo, las economías que hasta ahora han sido insuficientes para financiar sus ambiciosos programas sociales, como el plan de la creación de un sistema de salud en México, como el de Suecia.
Esta extraña explicación de las sombras y socialistas se combina con un bajo perfil político, de ideas conservadoras en temas como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo, de las cuestiones sobre las que se evita hablar con claridad.
Dos de los grandes retos que permanecen en la economía y la inseguridad, las dos áreas en las que el presidente ha prometido un gran avance, y que cualquier resultado que se ve.