Este sábado, el delegado, acompañado por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y el gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo, se encontraron en el proceso de construcción de un complejo aeroportuario y supervisaron los avances de la construcción.
«Es asombroso lo que se ha hecho en un corto espacio de tiempo. Es el aeropuerto más grande que se construye en las Américas, y que va a ser llevado a cabo, en tiempo, forma y presupuesto», dijo López Obrador, quien se dio a la bandera, en el inicio de las obras, el pasado 17 de octubre, después de la derrota en una batalla legal en la que se pretendía frenar el proyecto y con el fin de preservar el aeropuerto de texcoco y despejado.
Se ha dicho que la obra estaría lista en 21 de marzo de 2022, para la apertura del mismo.
El delegado ha recordado que «hay algunos problemas, no muchos, pero los que si estaban con el fin de dejar el trabajo, sobre todo por razones políticas».
Recordó que el gobierno ha tenido que esperar a que las demandas de las causas se hayan resuelto, de alrededor de 140, pero al final ha sido legalmente se haya resuelto».
El aeropuerto de Santa Lucía, que funciona en un plano de igualdad con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y de la Terminal del aeropuerto de Toluca, en el Estado de México, México.
Precisamente en la terminal de Toluca, méxico, López Obrador aseguró que el gobierno federal tendrá la oportunidad de adquirir las acciones de una empresa privada, para realizar en el aeropuerto de la propiedad total del Estado mexicano.
«El Estado mexicano tendrá la oportunidad de adquirir las acciones de propiedad de una empresa privada. En el Aeropuerto de Toluca, con un 51% de los de su edad, que corresponde al gobierno federal y al Gobierno del Estado de México, mientras que el 49% de la empresa privada, que ha decidido vender sus acciones con el gobierno federal», dijo.
Después de un controvertido proceso de consulta pública, en octubre de 2018, López Obrador decidió cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que tenía un 30% de avance, en el municipio de Texcoco, y de convertir a la base militar de Santa Lucía, en el campo de aviación civil, alegando que sería menos costoso y más respetuoso del medio ambiente.