La esposa del Presidente Sebastián Piñera, Cecilia Morel, aseguró tener una «confianza total» en el manejo que ha tenido el Gobierno frente a la pandemia de Covid–19, destacando la labor de su marido y del ministro de Salud.
«En estas circunstancias, me da una confianza total estar en manos de Mañalich y de Sebastián; nada me da más tranquilidad», comentó Morel en entrevista con el diario La Segunda.
«Conozco al doctor Mañalich hace muchos años. Tiene una gran capacidad profesional y técnica, como también una personalidad que lo lleva a no quebrarse y asumir con fuerza su liderazgo, a estar presente cuando se lo requiere», detalló. Además, pidió «seriedad» en las críticas a su gestión.
«Las voces contrarias al trabajo del Gobierno lo único que consiguen es crear confusión. Llamo a la seriedad: al comienzo hubo médicos que proyectaron que a estas alturas habría siete millones de contagiados… Nada de eso ha ocurrido», afirmó, aunque insistió en la importancia de no cantar victoria.
«Hasta el momento hemos ido mejor de lo que esperábamos. Sin embargo, el propio ministro Mañalich ha dicho que no habrá solo un peak, sino que esta pandemia se da por olas, y podría suceder una segunda arremetida», agregó.
En la misma línea, la primera dama explicó que «caminamos sobre un escenario desconocido; sé que hay temor, pero quiero llamar a la calma. Escuchemos la voz de las autoridades, no nos dejemos llevar por los memes, lo que dicen las redes sociales u otras voces que, obedeciendo a sus propios intereses, están poniendo en duda nuestras cifras, incluso en posiciones disruptivas a la mesa de expertos, que es transversal. La transparencia del Gobierno ha sido total».
Junto com isso, Morel contou como viveu, do seu aspecto pessoal, o desenvolvimento da pandemia no país.
«Echo de menos abrazar a mis nietos. El encierro ha sido demasiado largo. (…) Queremos ver cada fin de semana a una familia de nuestros hijos, tomando todos los resguardos posibles. En junio y agosto nacerán otros dos nietos y quiero tenerlos sobre mi pecho y acurrucarlos como ardillitas, aunque no creo que se pueda… Tampoco podremos acompañar a nuestros hijos y nueras en la clínica», contó.
Para Morel, social y quarentenas han tenido un efecto paradójico».
«En la antigua normalidad yo estaba tan metida en mi propia vorágine que hablaba una o dos veces por semana con mis hijos. Hoy, la comunicación es casi a diario. Es curioso cómo la distancia física nos ha hecho acercamos», detalló.
Finalmente, afirmó estar pensando «mucho en aquellos que hoy están en viviendas pequeñas, sin jardín, o en departamentos minúsculos, hacinados, en medio de la pobreza», y señaló que «es preocupante ver cómo ha aumentado la violencia intrafamiliar, los conflictos de todo tipo».
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