El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes en una sorpresiva conferencia de prensa en la Casa Blanca el despliegue de «miles y miles de soldados fuertemente armados» y de agentes de la ley para detener los disturbios en Washington DC y otros puntos del país, tras el crimen por parte de la policía del afroamericano George Floyd en Minneapolis.
«Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener los disturbios y los saqueos para poner fin a la destrucción y los incendios provocados y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley», dijo el mandatario en un discurso en la Casa Blanca, donde añadió que «nuestro país está siendo atacado por anarquistas profesionales».
En concreto, informó de que han tomado «medidas rápidas y decisivas para proteger» la capital estadounidense, que vivirá su segunda noche de toque de queda, con el despliegue de soldados.
«Estoy enviando miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y oficinas de aplicación de la ley para detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción desenfrenada de propiedades», afirmó Trump, al indicar que el toque de queda, que comenzó este lunes cuatro horas antes, a las 19.00 hora local (23.00 GMT), en Washington DC «se aplicará estrictamente».
Además se dijo dispuesto a desplegar al Ejército en las ciudades y estados que se nieguen a «tomar las medidas necesarias» para defender «la vida y la propiedad de sus residentes».
«Hoje eu recomendei fortemente que cada governador se despreesse na Guarda Nacional em quantidades suficientes para dominarmos as ruas», disse Trump.
El representante instó a los alcaldes y gobernadores para establecer una presencia masiva de la policía, hasta que la violencia sea el éxito».
«Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré el Ejército de los Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos», advirtió.
Casi al mismo tiempo de que Trump iniciara su alocución, los efectivos de seguridad empezaron a lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes congregados en las inmediaciones de la mansión presidencial que protestaban contra el asesinato ocurrido exactamente hace una semana.
La policía comenzó este lunes a lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes que protestaban junto a la Casa Blanca, minutos antes del comienzo del toque de queda en Washington DC, a las 19.00 hora local (23.00 hora GMT), según pudo constatar Efe.
La policía comenzó a lanzar los gases lacrimógenos, tras advertencias de que el toque de queda estaba a punto de comenzar.
Casi al mismo tiempo, el presidente Donald Trump inició un discurso en la Rosaleda de la mansión presidencial.
Poco después del lanzamiento de gases lacrimógenos, los agentes comenzaron a empujar a los manifestantes con sus escudos para alejarlos de la mansión presidencial, ya que poco después el mandatario salió a la Lafayette Square, el parque que hay frente a la Casa Blanca, por donde caminó y se dirigió a la iglesia episcopal de Saint John, en la que han rezado todos los presidentes de EE.UU. desde el siglo XIX.
Trump posó para las cámaras con una Biblia en la mano frente a las ventanas tapiadas de la iglesia, cuyo sótano fue uno de los lugares donde algunos manifestantes prendieron fuego durante las protestas del domingo, aunque el fuego no provocó daños.
Pese a haber sido dispersados de la zona por donde paseó el presidente, los manifestantes todavía continuaban en las inmediaciones gritando cconsignas, aunque sin poder acceder al área de Lafayette Square.
Hasta el momento en que las fuerzas policiales lanzaron los gases lacrimógenos, la concentración había transcurrido de manera pacífica, aunque algún manifestante había arrojado alguna que otra botella de agua a las fuerzas de seguridad allí desplegadas.
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