En los últimos años, los asientos económicos elegantes son más pequeños. Hay menos espacio para estirar las piernas y los pasajeros están más cerca unos de otros.
Sin embargo, aunque todos parecen iguales, hay algunas posiciones que son más grandes que otras, lo que permite un vuelo más cómodo.
Luego, qué asiento elige cada pasajero según sus preferencias: más espacio, una posición más tranquila o una posición para guardar mucho equipaje de mano.
Se aconseja que quienes viajen con bebés opten por los asientos que se encuentran en la primera fila de una cabina, justo en la mampara que separa las otras clases.
En esos asientos, además de disponer de suficiente espacio en la parte delantera, poder estirar las piernas y poder pasar de un pasillo a otro, es imaginable colocar un moisés. Habrá que solicitarlo a la compañía aérea.
Tenga en cuenta que esos asientos se reservan temporalmente y se pagan en muchas aerolíneas.
Por otro lado, para aquellos que viajen con niños mayores, es recomendable optar por asientos cerca de la ventana, para que puedan entretenerse mirando por la ventana.
La sala no está aconsejada para los más jóvenes, porque existe un mayor riesgo de que algo del servicio de catering se vuelque, les caiga encima y se lastimen, por ejemplo, con agua caliente.
Estos asientos también permiten que los jóvenes corran al aire libre.
Aquellos que consideran que el vuelo es aterrador y las turbulencias un desafío, eligen asientos en la parte delantera del avión.
“La turbulencia se siente más desde el ala hacia atrás. Tiene que ver con el timón de cola. Si hay turbulencias y vientos laterales, esos vientos hacen que el timón de cola se mueva y el resto tiemble un poco más”, recomienda Claudio Plá, psiquiatra especializado en miedo a volar.
Los asientos de las últimas filas no suelen ser los máximos elegidos, sobre todo los de la última fila, que no son reclinables y además están cerca de los aseos y la cocina, lo que la convierte en una zona concurrida y ruidosa.
Sin embargo, tienen una gran ventaja. ¿Cuál es? Los pasajeros que se encuentran en esta parte del avión son los que entran primero, por lo que encontrarán mucho espacio en los componentes superiores y es muy probable que tengan que ser colocados lejos de sus asientos o incluso bajados a la bodega.
Las personas altas en clase económica tienden a tocar el asiento de la primera fila con las rodillas, lo que hace que la experiencia sea muy incómoda.
Para ellos, la recomendación es elegir los asientos que se encuentran en las salidas de emergencia. Por supuesto, las aerolíneas exigen ciertos artículos de primera necesidad para esos pasajeros ya que tendrán que estar preparados para acatar las órdenes del equipo si es necesario.
Algunas aerolíneas exigen que los pasajeros sean mayores de 15 años, no estén embarazadas, no dependan del pasajero y tengan capacidad auditiva y visual para percibir instrucciones.
Los pasajeros que necesitan aprovechar el vuelo para descansar optan por los asientos junto a la ventana porque les permiten apoyarse contra la pared del avión con una almohada.
Además, son despertados por otros pasajeros que tienen que pasar al baño.
Lo mejor es saltarse las colas al final de cada clase porque, como comentamos anteriormente, al estar cerca de los baños y la cocina, es un lugar más concurrido y ruidoso.
Algunas aerolíneas también ofrecen zonas más tranquilas, alejadas de los jóvenes o, como en el caso de Japan Airlines, cuando los pasajeros están acomodándose en un asiento, les indica dónde se sentarán los jóvenes.
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Número de edición: 10282, 29 de mayo de 2024
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