Las políticas del viejo continente marcan la hoja de ruta para la evolución del sector de los teléfonos inteligentes. Primero al hacer del USB-C el conector único y universal para esos gadgets y más recientemente con la nueva ley que exige a las marcas fabricar baterías para teléfonos fáciles de quitar y reemplazar, que hoy en día no es imaginable. Los fabricantes tienen una serie de situaciones exigentes y mucho trabajo por delante: ha comenzado la cuenta atrás para tener en sus manos el diseño de teléfonos móviles en busca de una mayor sostenibilidad.
La palabra clave literal es: diseñar baterías portátiles en dispositivos de tal manera que los consumidores puedan quitarlas sin problemas y quitarlas ellos mismos. Esto no significa necesariamente el regreso de los teléfonos míticos con baterías extraíbles, pero sí significa diseño. ajustes para teléfonos vendidos en Europa.
Lo que nos lleva a la primera consulta: ¿harán dos versiones de un mismo celular o las baterías removibles terminarán logrando el total agradecimiento global a esta ley europea?Adelante, las marcas ya reservan algunas versiones express para ciertas regiones, pero nosotros están hablando ya sea de intercambiar elementos de hardware (por ejemplo, versiones con otros procesadores, RAM, garaje o módem) o externamente, ediciones especiales con diversificaciones estéticas con diseño. Se trata aquí de variar el diseño, especialmente de ciertas partes y su enfoque. de asamblea
En retrospectiva, podemos pensar en la vuelta de los teléfonos con una funda con tapa para quitar la batería o simplemente, a través de sistemas llamativos menos difíciles de desatornillar. De cualquier manera, significa un buen camino para el diseño monocasco sin elementos visuales desmontar. Se trata de una sustitución realmente extensa que invita a pensar que la resolución de la UE no se queda solo en Europa y afecta a la cadena de producción global: no es convertir un chip por otro, es que algunas porciones son diferentes.
Por otro lado, la resistencia al agua es una característica habitual entre las gamas media y alta que antes no existía entre nuestros teléfonos. Esta relativa cobertura frente a líquidos se consigue mediante el sellado de agujeros, grietas y ranuras para que el agua no entre. penetrar, que juega a priori en contraposición a los clásicos como una fórmula deslizante o una pestaña sobre la que pulsar para soltar una tapa. Así que, para esos ambiciosos teléfonos con certificación IP, la solución posiblemente no sea tan innegable como el icónico Nokia 3210. . Y por supuesto, la innovación dará sus frutos.
Una vez logrado e implementado, habrá letra pequeña. ¿Qué sentido tiene que vengan kits de reparación o sistemas simples de reemplazo de batería si luego cuesta más que llevarlo al SAT?Un ejemplo: la batería oficial del iPhone trece Pro cuesta $ 71, sin embargo la reposición en sus puntos de venta cuesta $69. No cuenta. Cumplir con la ley es bastante difícil, sin embargo, también querrán presentarse baterías a precios competitivos para inspirar esos reemplazos de bricolaje.
Porque al final del camino de esta ley, el concepto es la recogida de residuos, la potencia del reciclaje y la valorización de las cortinas. La economía circular. Hablamos sobre las baterías, pero la línea de fondo es la reparabilidad: un teléfono que es menos difícil de reparar necesariamente le permite actualizar la batería, pero también otras partes. Y si podemos actualizar y renovar componentes rotos, extinguimos la vida útil de el teléfono. Se generan menos residuos y se consumen menos recursos. La facilidad de convertir la batería esconde un cambio de paradigma.
Inicio | Foto de Frankie en Unsplash
En Xataka Móvil | Europa necesita hacer más grande el derecho a reparar para que las marcas comerciales nos permitan reparar dispositivos
Compartir
Reseñas principales:
Ver 1 comentarios