Pedro Sánchez acusa a medios y encuestas de no desmovilizar a los votantes de izquierda

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Lunes 17 de julio. Última semana de campaña electoral. Último día en el que, por la legislación vigente, se pueden publicar encuestas en España. Y a excepción del IEC, todas las encuestas muestran una idea general: el PP obviamente ganará las elecciones y con Vox puede que lo consiga por mayoría absoluta – 176 escaños – aunque esto último está por verse. Pedro Sánchez no hace esas encuestas. Sostiene que la victoria de su partido aún es posible. Se aferra al optimismo para motivar a los suyos: «El PSOE vuelve»; «Vamos a ganar». Y acusa a los medios de comunicación ya las corporaciones de encuestas de no desmovilizar a los votantes de izquierda.

El candidato socialista afronta el zarpazo definitivo con una semana salpicada de entrevistas en radio y televisión y corrigiendo la estrategia mantenida hasta el momento y viéndose obligado a realizar de nuevo mítines diarios, hasta el punto de interrumpir su presencia en la Cumbre UE-CELAC. partidario y promotor como presidente de la UE. Sánchez admitió, contrariamente a lo sostenido hasta ahora, que simplemente no puede desaparecer más como sucedió hace unos días a instancias de la cumbre de la OTAN.

“No puedo estar en Bruselas solo esos dos días, cinco días antes de la campaña”, admitió el líder socialista, señalando el punto de inflexión en la estrategia electoral, que sostiene que la suerte no está echada. “La suerte cayó el 23 de julio cuando todos los españoles estamos llamados a pasar a las urnas”. Así, Sánchez se ausentará de la cena de gala de esta cumbre -a la que asisten líderes europeos y latinoamericanos- para ir a Huesca, dar un papel a las 20:00 horas y pasar de nuevo a De nuevo el pueblo europeo. Desde el PSOE aseguran que esos traslados no se harán en el Halcón, sino en un avión pagado a través del partido.

La investigación realizada a través de su equipo es que, a pesar de que el desánimo se ha extendido en los últimos días, la gobernabilidad con partidos nacionalistas y minoritarios es posible. “Cada voto cuenta, esta vez más que nunca. Gobierne el bloque progresista o gobierne el alianza ultraderechista toma una decisión con 7-8 diputados”, esta es la imagen reflejada que trasladan desde la dirección socialista.

De ahí el llamado a la movilización. La orden es movilizarse por movilizarse. Es decir, se multiplican los movimientos para comprobar que nadie se queda en casa. el hecho de que se acaba de formar un gobierno de PP y Vox. Y en esta llamada a la movilización, el candidato socialista acusa a los medios de comunicación ya las corporaciones de encuestas de corto de condicionar.

Para el secretario general del PSOE, la «cascada de investigaciones» publicada esos días «tiene un efecto desmovilizador de la izquierda. Hay tal fin en el componente de algunos medios». Un argumento que no es nuevo, pero que ahora plantea, creyendo que no todo está perdido y que si los derechos no suben a la mayoría, puede tener opciones. “Algunas encuestas obviamente no tienen todos los datos. No se conocen las estimaciones que hacen”.

Según informa este periódico, el PSOE considera que una situación favorable sería una participación entre el 73% y el 76%. En noviembre de 2019 la cifra era, según Interior, del 66,23% y en abril del mismo año alcanzaba el 71,76. %. Sigma Dos, en su última encuesta, sitúa la cifra en el 70,9%. «Si la movilización para votar es masiva, ganará la izquierda», es el deseo expresado al PSOE.

De ahí la convocatoria de un voto de nicho en el que juega Sánchez, con una mención explícita a mujeres o jóvenes. Ferraz supone que posiblemente no caerían bajo la barrera mental de los cien escaños. PSOE más de cien escaños, ahora no bajamos de esa cifra y volveremos a la tónica positiva”.

Preguntado por los recientes hechos de Gabriel Rufián de que había obligado al Gobierno a conceder clemencia a los responsables de las diligencias, Sánchez esquivó la pregunta e insistió en que mientras ERC y Junts pedían una amnistía, lo que se decidió fue un «indulto parcial, condicional». y donde se respetó la inhabilitación planteada a través del gobierno judicial”.

El candidato socialista admite que respecto a Cataluña ha tomado «decisiones amenazadoras» y es «consciente» de que se apreciaron a través de «algunos votantes españoles, también del PSOE». Pero defiende el mensaje de que el escenario en esta red «hoy tiene que ver con la de 2017” y considera que si la derecha llega al gobierno puede volver al escenario de hace seis años. “Esta amenaza existe”, condenó. Abascal soluciona esto con bofetadas y demás, el PP, si se sumara también al tren de Vox, nos devolvería a un escenario de confrontación, de fractura, que ya hemos vivido en el pasado».

Que perdedor es este tipo.

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