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El PNV no va a dejar a Pedro Sánchez en la estacada ni está dispuesto a contribuir en lo más mínimo al desgaste del Gobierno. Así se desprendió, de manera diáfana, de la intervención que protagonizó este miércoles en el debate sobre la sexta y última prórroga del estado de alarma Aitor Esteban. El portavoz jeltzale evitó cualquier atisbo de crítica frontal al Ejecutivo de PSOE y Podemos e incluso ofreció al presidente la «colaboración» de su grupo a medio plazo para «seguir avanzando con la menor repercusión posible en términos de paro y regresión de la economía».
En otras palabras, el PNV confirmó su disposición a seguir siendo el aliado preferente y estable del que habla el Gobierno cuando se refiere a la mayoría de la investidura y tratar así de impedir un final abrupto de la legislatura en la crisis post Covid-19 a la que ahora se enfrenta el país. Eso sí, Esteban pidió algo muy concreto a cambio: «Confianza». Más al detalle, exigió que el PNV sea informado «con antelación» de los planes e iniciativas del Gobierno, entre ellas el decreto ley que anunció este miércoles Sánchez para gestionar la nueva normalidad y poner coto a posibles rebrotes del virus. «Cuente con nuestra colaboración si esa confianza se ve sostenida por todas las partes», remarcó el diputado jeltzale.
Sonó a lamento velado por el acuerdo con EH Bildu sobre la reforma laboral del que el PNV no había sido informado, por los vaivenes en la desescalada que no se acaban de concretar hasta su publicación en el BOE o por el malentendido tras hacerse público el acuerdo de Moncloa con Cs que llevó al lehendakari a pedir explicaciones a Sánchez el martes, vía mensaje telefónico. Nada de eso dijo Esteban, pero dio a entender que el PNV aspitra a poder «pactar» el decreto «antes» de su aprobación y, en definitiva, a ser tenido en cuenta como socio prioritario.
La otra objeción del PNV tuvo que ver con las medidas urgentes que, a su juicio, debería adoptar el Gobierno para paliar la recesión económica que provocará la pandemia y salir en auxilio de alguno de los sectores más castigados, como el automovilístico. Tanto en su intervencion en el debate como en la pregunta posterior que dirigió a Sánchez durante la sesión de control, Esteban exigió que se apliquen «programas concretos» y lamentó que, en ese terreno, el Gobierno haya estado hasta ahora «ausente en la toma de decisiones» y haya optado por el «parcheo constante». Y, en ese sentido, lanzó una advertencia muy clara al Ejecutivo: la Comisión de Reconstrucción del Congreso «no servirá de nada tal como está planteada» y mucho menos para impulsar la economía. «Es un auténtico caos», lamentó, tras apremiar a Sánchez a actuar antes de la larga serie de comparecencias previstas en ese foro porque «el tiempo se agota».
Más allá de esas matizaciones, Esteban dejó claro que el PNV considera «adecuada y razonable» la prórroga en la medida que devolverá sus competencias a las comunidades autónomas y, sobre todo, previno contra el clima de crispación que se ha adueñado de las Cámaras. El portavoz jeltzale leyó el listado de improperios que se pronunciaron durante el pleno y lamentó que el debate político se haya convertido en un derroche de «sal gruesa» y en una «pseudocopia del debate sobre el estado de la nación o sonre el estado del Estado, como me gusta decir». «No sé si es bueno que esto se mantenga cada quince días. Que en un momento de crisis sanitaria y económica las fuerzas del arco parlamentario se destinen a tumbar al Gobierno de turno no es lo más prudente», lamentó. «Sorprende en una situación tan preocupante para el futuro económico y el bienestar de la ciudadanía», insistió.