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El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado este miércoles por la mañana su confianza en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cumpla los acuerdos alcanzados con las instituciones vascas para aplicar la desescalada en la gestión de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. Y, en concreto, poder viajar a partir del próximo lunes, a comunidades limítrofes que entran en la fase 3. Es decir, que desde el País Vasco se pueda viajar sin restricciones a Cantabria, Navarra y Rioja, pero no con Burgos, que sigue en fase 2. Un escenario que ha sido cuestionado en las últimas horas por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que se ha reservado para el Estado esa facultad hasta alcanzar la ‘nueva normalidad’.
El propio Urkullu ha señalado que el sábado el mismo Sánchez le planteó la posibilidad de viajar a comunidades limítrofes y que ayer mismo recibió una confirmación expresa del presidente del Gobierno de que serán los responsables de las comunidades autónomas la única autoridad competente para aplicar las medida sen la fase 3, tal como se había acordado el fin de semana por parte del Ejecutivo central con los grupos parlamentarios del PNV y ERC.
En una entrevista a Euskadi Irratia, Urkullu ha señalado que será el cumplimiento de los compromisos «el que genere la confianza» y ha reclamado a Sánchez que apueste como «socios prioritarios» a quienes en enero votaron su investidura.
Además, se ha referido a la aparente contradicción entre lo pactado por el Gobierno con PNV y ERC y lo acordado posteriormente con la formación naranja. Ha señalado que el martes por la mañana tuvieron conocimiento del acuerdo del Gobierno con Ciudadanos, un acuerdo que, en su opinión, «chocaba» con lo pactado con PNV y ERC en lo referente a la movilidad entre comunidades y la competencia de los presidentes autonómicos. «Me dirigí al propio presidente ayer mismo, para aclararlo, y él me dio su palabra de que las cosas iban a ser como fueron pactadas con PNV y ERC a partir del próximo lunes. Eso es que él ha dicho», ha insistido.
Urkullu ha admitido que está acostumbrado a que al cambiar de fase cambien lo acordado previamente en decretos u órdenes ministeriales, pero confía en que se cumpla lo hablado. «Espero que lo hablado se materalice», ha indicado. A continuación ha puntualizado que «la confianza es algo que se trabaja día a día». En todo caso, habrá que esperar al «al viernes o sábado» porque «estamos acostumbrados a modificaciones de lo que se habla a lo que se refleja en los decretos», ha mantenido.
El lehendakari ha aclarado que el martes habló con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien también está a favor de abrir la movilidad, y ha dicho que la presidenta de Navarra, María Chivite, también está de acuerdo. La Comunidad Autónoma Vasca quiere abrir la movilidad con Navarra, Cantabria y La Rioja, además de Aquitania, pero no con Burgos, que se quedará en la fase 2.
El lehendkari ha admitido que la gestión de la pandemia del Covid-19 ha sido la situación más difícil que ha afrontado desde que es lehendakari y ha señalado que ha asumido la «autocrítica» que reconoció también en las tres ocasiones que ha comparecido en la diputación permanente del Parlamento Vasco.
Urkullu ha indicado que el 7 de marzo el Gobierno le pidió que Euskadi repartiera material sanitario que tenía entre otras autonomías porque contaban con ello en los almacenes, pero «luego llegó el tsunami y no solo a nosotros, sino a todo el mundo».
Las declaraciones del lehendakari se han producido coincidiendo con el debate en el Congreso sobre la sexta prórroga del estado de alarma por el coronavirus.
De otro lado, Urkullu también ha rechazado con dureza los ataques a sedes de partidos vascos en los últimos días y ha exigido a Sortu que condene estos hechos con claridad. Ha salido así al paso de las afirmaciones de líderes de EH Bildu que han señalado que la coalición soberanista no está detrás de los ataques a casi una treintena de batzokis, casas del pueblo del PSE y una sede de Podemos.
«Dentro de EH Bildu hay partidos diferentes y me gustaría que los que representan a la izquierda abertzale hicieran esa declaración», ha indicado. Ha recordado que en este caso y en otros el PNV y otros partidos han mostrado «flexibilidad» para expresar el rechazo a los ataques y ha indicado que él mismo ha planteado «si es tan difícil reconocer que eso ha estado mal». En esta línea, ha subrayado que «si no hay una condena» se deja el «camino libre para justificar cualquier cosa» y «hay hechos que no se pueden justificar».