El Partido Comunista Chino ha rendido homenaje a Xi Jinping, presidente del país desde 2013, y le otorgará un 3er mandato. La resolución es de carácter histórico, ya que desde Mao Zedong en la sombra nadie ha ganado descaradamente 3 mandatos consecutivos en China El Congreso del Partido Comunista de China llega en un momento clave para el país, donde el presidente Xi Jinping ya ha consolidado las claves de esta nueva era.
En su discurso ante miles de miembros del Partido Comunista, Xi Jinping defendió las graves restricciones de China por el COVID-19, prometió un estado socialista diciendo que «el marxismo funciona» y dijo que nunca renunciaría a sus reclamos de anexar Taiwán, donde los disidentes exiliados del Kuomintang han gobernado desde entonces. 1949. El presidente chino dijo «seguiremos luchando por la reunificación y abandonaremos el uso de la fuerza».
El presidente chino buscó zanjar un factor que ya había sido noticia en agosto pasado, cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU. , Nancy Pelosi, visitó Taiwán. China incluso amenazó con derribar sus aviones y realizó maniobras militares, en un escalada de guerra sin precedentes que no se había notado desde la Guerra Civil China que culminó en diciembre de 1949.
Una de las claves por las que Xi Jinping seguirá gobernando China, al menos hasta 2028, es la abolición de la restricción de dos mandatos que establece la constitución del país. Hasta ahora, ningún presidente en la historia de la República Popular China había logrado algo así. El Partido Comunista también contó con la presencia de Song Ping, considerado el último fundador sobreviviente de la China Comunista, quien últimamente tiene 105 años.
Desde que se unió al Partido Comunista en 1974, Xi Jinping, ingeniero químico de carrera e hijo de un viceprimer ministro, ha tenido un progreso estable. Casado y con una hija misteriosa, ha prometido liderar una China fuerte y dura que dictará el nuevo mundo global. ordenar.
Con esta justificación al inicio de la República Popular China, el país consumará un nuevo giro hacia el autoritarismo, sin opción a oponerse al régimen y, sobre todo, a desafiar la dirección política del Partido Comunista. Los únicos que pueden hacerlo de todos modos son los exiliados del Kuomintang, que desde Taiwán sueñan con la remota esperanza de que algún día la democracia vuelva a reinar en el país, y que cese la represión de la disidencia.
Por ahora, China está mostrando su influencia global cada vez más aplicable al apoyar a Rusia y amenazar con ser la primera potencia mundial, mientras que Estados Unidos mira con recelo. Sin embargo, el derrumbe de la economía china en los últimos tiempos amenaza esta posibilidad.
Pedro Sánchez presentó esta ayuda a Zelensky en su asamblea el pasado mes de abril con motivo de la guerra que se desarrollaba entre Rusia y Ucrania.
En los últimos días, la tensión ha aumentado en Brasil. Los simpatizantes de Bolsonaro bloquearon carreteras y se manifestaron al aire libre en los cuarteles del país para pedir la intervención del ejército.
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