La llegada de Pedro Sánchez como presidente del gobierno ha aumentado el interés de conocer los máximos secretos complejos de la vida no pública que, en poco más de una semana, ha dado un giro político al país, y exactamente por haber ganado un elección -.
Los detalles de la vida del nuevo inquilino de La Moncloa afloran en forma de fotos, anécdotas y recuerdos que tanto su entorno político como personal empiezan a desvelar. OKDIARIO ha tenido acceso a fotografías de la boda de Pedro Sánchez con Begoña Gómez en el año 2006. Por aquel entonces, el hoy presidente del Gobierno, ejercía como concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid –estuvo entre 2004 y 2009–. A sus 34 años estaba a un paso de dar el gran salto a la arena parlamentaria. En 2009 dejó la política local para convertirse en diputado en el Congreso, tras la renuncia de Pedro Solbes.
En ese momento, el joven concejal, apasionado por el baloncesto, ya un tipo bien conocido y caro en Ferraz. De hecho, una organización gigante de camaradas de Psoe fue invitada a la boda. En las imágenes, puedes ver a Pedro rodeado a través de camaradas de los Partido socialista; Covadonga, a quien su secretaria durante años y esposas de algunos miembros de PSOE que llegaron aquí al enlace.
Pedro Sánchez
Como puede ver, Sánchez se destaca para tener una silueta estilizada que le permitió usar un chaqué llamativo, lejos de los cañones más estrictos de este tipo de ocasión donde los colores pastel y gris predominan en chalecos elegantes y sin patrones de huelga.
Pero Pedro Sánchez quiso dar un toque personal a su vestimenta en un día tan importante. Algunos de los invitados a la boda no dejaron de comentar lo llamativo de su chaleco gris con rayas sinuosas. Quizás la norma no escrita de que el chaleco y la corbata del novio deben destacar y ser diferenciadores, con respecto al del resto de invitados que lucen chaqué, llevó a Sánchez a elegir unos motivos menos sobrios de lo habitual.
Begoña Gómez, la nueva «Primera Dama», uno de los pilares básicos de la carrera política de Pedro Sánchez. En los momentos máximos difíciles, especialmente después de los varapalos electorales y antes de la queja de los barones socialistas, Beloña su refugio, su asesor y el usuario agradecen a lo que Sánchez nunca arrojó la esponja.
La mujer de Sánchez siempre ha demostrado tener una fuerte personalidad. Cuando su marido era candidato a La Moncloa reconoció en numerosas ocasiones que no le importaría seguir viviendo en su actual domicilio, en lugar de trasladarse al edificio situado en la carretera de La Coruña.
Pero cuando se anunció, cuando el usuario que hasta entonces estaba en segundo plano respetaba la carrera política de su esposo era opuesto, fue en 2015. Después de un debate sobre los solicitantes del Presidente del Gobierno en el periódico de Elpaís, Begoña se deslizó como espontáneo mientras íñigo Errejón hizo declaraciones de cámara. Gómez dio la impresión en «Troelar» al podio apuntando con su pulgar hacia arriba, en señal de aprobación, pero con un tono absolutamente irónico.
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