Pediatras Álvarez Pitti y Salmerón: «Se debe informar que use tecnología virtual no global»

Los pediatras Julio Álvarez Pitti y María Salmerón analizan en un artículo para EFEsalud cómo debe utilizarse la tecnología digital para que no resulte perjudicial para los menores.

Uno de los autores de este artículo sobre tecnología digital es el doctor Julio Álvarez Pitti, jefe del Servicio de Pediatría del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia y coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Es un asociado del medio biomédico en la obesidad y la nutrición de la red de Cibre, del Instituto de Salud Carlos III y miembro de la acción de Costo Hyperchildnet de la Unión Europea.

Por su parte, el Dre María Salmerón Ruiz es el coordinador del Grupo de Fitness Virtual, en el Comité de Promoción de la Fitness de la Asociación Pediatría Española (AEP).

También es pediatra de la Unidad de Pediatría y Adolescencia del Hospital Ruber Internacional (Madrid) y directora de la Escuela de Padres.

Estamos inmersos en la era digital. Las pantallas se han convertido en una herramienta omnipresente en casi todas las áreas de nuestras vidas; para algunos, desde sus primeros meses de vida.

Es transparente que vivamos nuestras espaldas en nuestro tiempo, pero en el equilibrio es una característica distintiva y la ciencia nos proporciona más y más pistas sobre cómo localizar esta moderación.

En 2016, la Academia Estadounidense de Pediatría alertó por primera vez que el destructivo tiene un efecto sobre los hábitos de aptitud virtual, y en los últimos años, las encuestas que corroboran este vínculo han sido gradualmente más altos y detallaron sus consecuencias según Agearray

El uso saludable es compleja, porque la tecnología actual, gracias a la opción de adaptarse a la edad y los gustos de cada persona, agregando jóvenes y adolescentes, desarrolla la atención tanto como lo imaginable al espectador. Ahora es el contenido que «mira» al espectador y no a viceversa, con la amenaza de generar comportamientos adictivos que esto implica.

De la Asociación Española de Pediatría (AEP), nosotros en 2023 en las primeras etapas de la vida para minimizar su toxicidad.

Esta labor se plasmó en el Plan Digital Familiar de la AEP, una herramienta diseñada para ayudar a los pediatras y a las familias a establecer pautas claras y consensuadas sobre el uso responsable y saludable de la tecnología en el hogar, promoviendo un entorno digital seguro.

La actualización más reciente de la evidencia clínica que hemos hecho confirma una cita directa entre cuando los padres pasan en pantallas y el comportamiento virtual de sus hijos, especialmente los momentos clave como los alimentos y el dormitorio.

Este vínculo no solo tiene un efecto sobre el estilo a seguir a través de menores, sino que también afecta su desarrollo emocional, ampliando la frecuencia de los ataques de ira destinado a capturar la atención de los adultos.

Los estudios confirman distintas consecuencias en el neurodesarrollo a diferentes edades.

Por lo tanto, el uso de un teléfono para alabar o distraer a los jóvenes de 1 a cuatro años puede generar dependencia emocional en las pantallas, lo que hace que sea difícil expandir las habilidades de autorregulación.

Estas dificultades pueden extenderse a etapas posteriores, provocando problemas en la gestión emocional y en la adaptación a entornos sociales. Por ese motivo, se considera que no existe un tiempo de exposición seguro a la tecnología digital antes de los seis años, salvo contadas excepciones.

Durante la adolescencia, tienen un efecto sobre los medios virtuales se manifiesta de manera diferente. Los sistemas de gratificación inyectados inadmedian excesivamente en el sistema límbico, mientras que una actividad frontal muy importante para el control y la toma de decisiones de impulso disminuyen.

Esto contribuye a una mayor impulsividad, peores efectos cognitivos y dificultad para filtrar las distracciones. La multitarea digital, no inusual entre los adolescentes, también afecta negativamente la ejecución de la reminiscencia y el rendimiento educativo.

Basado en la investigación reciente máxima, del AEP, localizamos que las familias y los establecimientos están tomando medidas proactivas para mitigar los efectos destructivos del uso de la pantalla, adaptándose al grupo de edad:

Aunque descubrimos la resistencia al principio, debido a que la generación se ha establecido más rápido que la regulación, tendremos que apostar por las medidas que garanticen la integral del bienestar de los jóvenes y adolescentes.

Debemos plantearnos seriamente el desarrollo de legislación con especial protección a la infancia. Solo colaborando entre familias, escuelas y administraciones públicas lograremos que crezcan en un entorno digital seguro.

Sin embargo, es que el compromiso comienza en casa, donde los padres son culpables por reflexionar sobre el tipo de hábito virtual que necesitan para inculcar en sus hijos.

Esto se produce solo para establecer criterios transparentes y consistentes de uso de generación para todos los miembros del hogar, pero también a través del ejemplo.

Los niños aprenden observando, y un uso consciente y responsable de la tecnología por parte de los adultos es el primer paso para que ellos también adopten hábitos saludables.

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