El primer ministro admite que no tiene información sobre la ubicación del monarca y aprecia que Felipe VI marca distancias con un comportamiento anormal.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, admitió el martes que no conocía el paradero de Juan Carlos I, rey emérito de España, quien anunció el lunes que abandonó el país y que ya se encuentra en Portugal o República Dominicana. En la convención de prensa después del Consejo de Ministros, a la pregunta «¿Dónde está el Rey Emérito?», Sánchez respondió: «No tengo información».
Sin embargo, Sánchez disfrutó el evento histórico. «La Casa Real tiene marcadas distancias frente a esas conductas que pueden ser irregulares», dijo al principio, culpando de la situación. «La línea establecida a través del espacio real es, en mi opinión, la máxima apropiada. El presidente que presido el gobierno considera que el pacto constitucional está completamente vigente», agregó.
“El Gobierno manifiesta su respeto a las decisiones que ha tomado la Casa Real. Lo que se juzga no son instituciones, sino a personas. La respuesta, a mi juicio, es la que corresponde a una democracia vigorosa. España necesita estabilidad e instituciones robustas y tienen que abonarse con ejemplaridad, con transparencia y con regeneración», ha dicho.
«Las diferencias entre el jefe de estado y el ministro son discretas y confidenciales», dijo cuando se le preguntó si el resto del gobierno y los líderes de la oposición tenían datos sobre la decisión del emérito.
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