Aunque la situación de los yacimientos de combustible en Europa se encuentra en niveles históricos – rozan el cien por cien – el gobierno alemán está preocupado por una escasez imaginable en el invierno de 2023/2024, por lo que ha tomado la resolución de reiniciar sus centrales eléctricas alimentadas con carbón.
A estas alturas, España parece ser un salvavidas para Berlín, y la semana pasada permitió la entrada de 3 millones de toneladas de carbón a A Coruña, con el objetivo de alimentar centrales térmicas en Alemania y Polonia.
Pero hay un reto con este movimiento, y es que en Holanda ya no hay para comprar más gas, como plantea en El Español Paco Ramos, miembro de la Comisión de Energía y Contaminación de Ecologistas en Acción Asturias.
«Tres millones de toneladas es como la ingesta anual de una planta como la recientemente cerrada de As Pontes (A Coruña), y dos millones como la central de fuerza térmica de Aboño (Asturias), cuando funcionaban con normalidad», afirmó. -mencionó el medio.
Para cumplir su objetivo, Alemania el año pasado mantuvo una capacidad de planta de lignito de 1,9 GW, en medio de la inestabilidad debido a la guerra de Rusia en Ucrania.
La preocupación de Alemania se manifestó a través de la Agencia Internacional de Energía (AIE), que advirtió que si el invierno es frío, los costos del combustible en Europa podrían dispararse, ya que la cantidad de combustible licuado en Europa podría ser insuficiente debido al conflicto entre Rusia y Ucrania.
El origen de todo es que Alemania ha reducido su producción de energía eléctrica un 20%, en parte por el alivio de la actividad comercial, y que, desde los 490,5 GWh del año pasado, en 2023 ha caído hasta los 334,6 GWh, lo que ha tenido un Efecto directo sobre la reducción del consumo de lignito y hulla.
Según el ejecutivo alemán, «la reserva de fuente se reactivará con el fin de ahorrar combustible en la producción de energía eléctrica y así evitar cuellos de botella en la fuente de combustible durante el período de calefacción 2023/2024».
Con todo esto, Alemania planea aumentar su capacidad de lignito con 1,9 GW – de los cuarenta y cinco GW que ya hay – para satisfacer las necesidades de energía «adicionales» o inmediatas, para lo cual reactivará las plantas de energía alimentadas con carbón de las corporaciones de energía LEAG y RWE.