En el inmediato, se prevé una gran pugna entre mercados y entre grandes ciudades por hacerse más atractivos para la IED, tanto con la meta de mantener la ya existente como de captar nuevos flujos. De momento, Colombia, Chile y Costa Rica parecen partir en mejor posición, con agencias de promoción más activas y eficaces.
El último informe anual ‘Global Best to Invest’ de Site Selection, destaca a nivel nacional a ProColombia, InvestChile, CINDE (Costa Rica) e InvesTT (Trinidad y Tobago) como las mejores agencias de promoción de inversiones (‘Top Investment Promotion Agencies 2020’) en un área que dependerá más que nunca no solo de generar proyectos, normativas y regímenes fiscales y de seguridad jurídica más atractivos para captar inversión, sino de la eficacia de estos entes como catalizadores e impulsores de la llegada de capital.
Gana el juego
Estas agencias ganan la partida este año a otras de referencia como ProInversión (Perú), ProEcuador, Uruguay XXI, APEX-Brasil, Invest in Argentina o la ya disuelta por AMLO ProMéxico, cuyo testigo en la promoción ha sido tomado por las embajadas y, notablemente, por plataformas creadas por el sector privado.
Según el informe, elaborado con la opinión de mil expertos en inversión y ejecutivos de todo el mundo, estas agencias “llevarán gran parte del peso a la hora de ayudar a reconstruir economías, reemplazar empleos perdidos y crear oportunidades para afrontar al reto sin precedentes del virus. Una promoción en la que España es mercado clave para atraer inversores. Este año, entre las mejores agencias de promoción, Site destaca, en el ámbito regional, a Panamá Pacífico, Curinde (Curazao), Invest in Bogota e Investe Sao Paulo.
ProColombia se ha fijado como meta atraer 170 nuevos proyectos de inversión no minero-energética. En mayo el Gobierno anunció que, pese a las dificultades que afronta el país por la emergencia del coronavirus, llegarán 45 nuevos proyectos de inversión extranjera de 21 países, por más de 1.477 millones de dólares y que generarán 17.000 empleos. Bogotá juzga que, aun en medio de la crisis del COVID-19, Colombia sigue siendo en transporte, logística y comercialización un país atractivo para el inversor por su ‘hub’ exportador, sus incentivos tributarios y su mano de obra cualificada.
Según el banco central, la IED entre enero y abril de este año ascendió a 3.533 millones de dólares, 165,5 millones más que en 2019. En 2019, la IED sumó 14.493 millones, la cifra más alta en seis años, y tuvo como grandes protagonistas a EEUU y España. No en vano, y según el ‘Doing Business’ del Banco Mundial, Colombia dispone, tras México y Chile, del mejor entorno de negocios del área.
Por su parte, InvestChile se ha focalizado en el inmediato en mantener el interés de los inversores extranjeros en el país para tratar de limitar una bajada de inversiones por la pandemia, mientras prepara su ‘artillería’ para impulsar en los próximos meses la llegada de nuevos flujos de capital. El país ocupa el primer lugar regional y el segundo mundial en captación de inversión en renovables. La cartera de proyectos de la agencia en 2019 se incrementó a 413 iniciativas, con un potencial de inversión de 17.199 millones de dólares.
Un papel fundamental en
El propio BID ha reconocido el papel positivo clave que los recursos, la presencia en el exterior y la especialización de las Agencias de Promoción de Inversiones (API) tienen en la atracción de mayores volúmenes de inversión extranjera directa y en la radicación de firmas multinacionales y pymes en sus países. En un estudio publicado en otoño, ‘Cómo armar el rompecabezas de la promoción de inversiones’, la entidad señalaba, asimismo, que las agencias latinoamericanas son más pequeñas, independientes y con menor red exterior y financiación pública que las de la OCDE, pero fundamentales a la hora de captar IED, un importante vector de desarrollo para las economías regionales.
El estudio indica que las agencias de promoción de inversiones en Latam tienen, de media, un presupuesto anual de 5 millones de dólares, frente a un promedio de 14 millones en la OCDE. Las API más grandes en la región pertenecen a Colombia, México, Ecuador y Brasil, y las más pequeñas a Haití, Trinidad y Tobago, Honduras, Venezuela y Paraguay, según un documento que detecta notables diferencias entre países. Así, destaca a Costa Rica por sus altos niveles de independencia y especialización; a Chile, por sus esfuerzos evaluativos, de focalización y cooperación interinstitucional y a Uruguay, por su importante grado de colaboración con otras entidades nacionales.
Según Cepal, para la que la competencia por atraer IED está en constante aumento, y para la que, en este contexto, la tendencia es avanzar hacia marcos de políticas para la atracción de capital exterior cada vez más sofisticados e integrados con el resto de las políticas de desarrollo, las API tienen una misión fundamental en la captación, atención y generación de información para potenciales inversores en los países de la región.