Empresários e mercados aguardam Sanchez após medidas de Merkel e BCE

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Pese a que los mercados le habían puesto el listón muy alto al Banco Central Europeo, la francesa Lagarde ha superado todas las expectativas al sobrepasar la barrera imaginaria que algunos analistas habían situado en el incremento del Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) en otro medio millón de euros adicional. Así serán 600.000 millones más sobre los 750.000 ya anunciados. Duplica las estimaciones que había calculado Bank of America de entre 300.000 y 400.000 millones adicionales. Así, de momento, el programa asciende hasta esos 1,350 billones de euros. Y lo que es todavía más importante, si fuera necesario continuarían con las compras de manera indefinida.

En esta ocasión la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha querido curarse en salud. Para evitar malos entendidos, como ocurrió en la rueda de prensa del mes de marzo en la que aseguró que el Banco Central Europeo no tenía como misión reducir la prima de riesgo de Italia, en esta ocasión ha afrontado el problema desde las primeras palabras introductorias a la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE en la que le acompañaba el vicepresidente, Luis de Guindos.

Ya en su tercer párrafo ha asegurado que “las compras continuarán realizándose de manera flexible a lo largo del tiempo, en todas las clases de activos y entre jurisdicciones. Esto nos permite evitar efectivamente los riesgos para la transmisión fluida de la política monetaria”. Para añadir inmediatamente después que “decidimos extender el horizonte de compras netas bajo el PEPP al menos hasta finales de junio de 2021. En cualquier caso, realizaremos compras de activos netos bajo el PEPP hasta que el Consejo de Gobierno juzgue que la fase de crisis del coronavirus ha terminado”. Ningún lugar a dudas.

Las compras además de ampliarse más allá del mes de junio del año que viene se harán según las necesidades que tenga cada país. Pese a esta claridad, las consecuencias en los mercados han sido distintas. En las bolsas, en el mercado al contado, se ha producido un retroceso, pese a que los bancos han reaccionado de forma positiva con el chute de liquidez anunciado desde Fráncfort.

En cambio, en el mercado secundario de deuda el diferencial del bono español con el bono alemán se ha reducido a 87 puntos básicos en las operaciones realizadas cuando todavía el mercado norteamericano seguía abierto, situando la rentabilidad del bono español en el 0.57 %.

Expertos y analistas atribuyen la caída del Ibex, que había registrado diez jornadas al alza, así como la del resto de índices europeos a tres razones fundamentales. La primera de ellas, a las muy pesimistas previsiones económicas anunciadas por Christine Lagarde con una proyección de una caída del PIB de la eurozona del 0,87 % para este año con una recuperación para el año próximo del 5,2 % y del 3,3 % para el 2022.

La segunda razón de este menor optimismo bursátil se debe a la continuidad de las tensiones entre Estados Unidos, sobre todo después de anunciar la administración americana que prohibirá los vuelos de compañías chinas a su territorio. La tercera se debe a la recogida de beneficios, ya que en las dos últimas semanas el Ibex se ha revalorizado el 15 %.

Desde que entró en vigor el programa de compra de activos el pasado 26 de marzo ya se había ejecutado hasta el 31% de las compras comprometidas de los 750.000 millones iniciales. De ellas un 80% se han destinado a comprar deuda pública y el resto ha estado dirigido a la adquisición de deuda privada. Aunque no se descarta que la composición del mix de compra cambie, la liquidez para la banca española está asegurada. Junto con la italiana son los principales beneficiarios de las compras del BCE. Y este jueves seguían registrando subidas, evitando que las caídas del Ibex fueran mayores. El Santander es el que más ha subido con un 1,66%, seguido muy de cerca del BBVA, un 1,65%. Bankinter lo hacía un 1,45% y el Sabadell el 0,22%.

Al ritmo de compras que se ha fijado el BCE, si no hubiera decidido aumentar sus fondos, los recursos del PEPP se habrían agotado a finales del verano de este año. No hubiera habido suficientes recursos para que la economía europea retomara los niveles de actividad previos al desencadenante de la crisis económica y social provocada por el Covid-19.

Los expertos explican la mayor caída de la bolsa española respecto de lo sucedido en los mercados francés o alemán a la falta de concreción de medidas de estímulo por parte del ejecutivo español frente a los nuevos anuncios de los socios europeos.

En Alemania, Angela Merkel anunciaba este mismo jueves un paquete de estímulos adicional para combatir la crisis valorado en 130.000 millones de euros, tras solo dos días de negociaciones entre los miembros del Gobierno de coalición. Estos 130.000 millones se aplicarán a lo largo de este año y del próximo que vienen a sumarse a los 156.000 millones de euros aprobados en el mes de marzo.

El paquete de ayudas alemán incluye una reducción del impuesto sobre el valor añadido, ayudas por hijo y ayudas a las empresas. Según las medidas anunciadas por la canciller, cada familia recibirá una prima de 300 euros por hijo sobre el subsidio familiar, el tipo normal de IVA, que en España está en el 21 %, en Alemania se rebajará del 19% al 16%, mientras el tipo reducido pasa del 7% al 5%.

Además, los municipios alemanes también van recibir ayudas del gobierno central para compensar sus déficits en ingresos.

En cuanto a las empresas más afectadas por la crisis provocada por el coronavirus van a recibir hasta 25.000 millones de euros. Otros 50.000 millones a inversiones en tecnologías del futuro.

Los empresarios españoles esperan un proyecto similar. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, cuya organización ha vuelto a la mesa de negociación, mantiene comunicación permanente con Pedro Sánchez al que ha transmitido que no se puede esperar a actuar a que acaben sus trabajos la Comisión de la Reconstrucción que preside Patxi López.

Para entonces sería demasiado tarde y una parte del entramado empresarial español habría desaparecido como alerta el presidente del Círculo del empresarios, John de Zulueta.

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