Pedro Sánchez dio la impresión en El Hormiguero de Pablo Motos con el objetivo de marcar un gol, pero al final se limitó a acusar a la prensa de orquestar una cruzada contra él. El presidente del Gobierno, aún en activo, visitó por la momento el plató del espectáculo Atresmedia en horario de máxima audiencia buscando desplegar todo su encanto ante un público que, a pesar de los rumores y tras un desmentido del propio espectáculo, ocupó la platea de El Hormiguero. caso se ganó sólo algún que otro aplauso que estuvo lejos de ser espontáneo.
Vestido con blusa azul y jeans, Sánchez intentó anticiparse a los saludos de Pablo Motos. “Estás completando los sistemas de 1879, que es el año en que se fundó el PSOE”, comenzó espontáneamente un presidente del Gobierno. Motos, criticado por comentar la aparición de sus invitados, se apresuró a hacerlo con el líder socialista. “Hago deporte, como tú. Salgo a andar en bicicleta los fines de semana y entre semana, pesas, correr. Por la política y la tensión que tenemos, esto es fundamental. ahora peso 94 kilos”, respondió cuando le preguntaron por qué estaba tan “en forma”.
Entonces Motos bromeó con Sánchez desde el principio, diciéndole que solo tenía que pasar a El Hormiguero y Pasapalabra. Y en un momento, llevó a Sánchez a una trampa, recordando la consulta de Carlos Alsina sobre por qué mentía. «¿Qué es una mentira?». Sánchez comenzó. Mentir es decir algo que se sabe que no es verdad para engañar. ¿Mintió Adolfo Suárez cuando dijo que no pasaba a legalizar el PC y lo legalizó?¿Y González que la OTAN no lo hace? A mí lo que te puedo decir es que no es mentir, es rectificar”. Poco después, Sánchez saldría a tirar un ace asegurando que “mentir para mí es el 11-M”. Motos acabó dándole la razón. .
Sánchez no dice que la fecha del 23-J sustituya a los resultados definitivos de las elecciones y que «no hubiera tenido sentido el adelanto electoral de celebrarlas en septiembre, porque el último día fue en diciembre. Si nos adelantamos, mayor en julio». . «
Por lo demás, el grueso de la entrevista de Pedro Sánchez ha consistido en que el presidente del Gobierno ataca a la prensa, culpable de todos los males. Citando a Felipe González, confía en que «no es lo mismo opinión pública que opinión publicada. En esta última hay una Desequilibrio brutal, el 90% de los medios últimamente tienen una orientación conservadora”, dijo Pablo Motos, quien sin embargo siguió recitando una decena de conocidos medios bien controlados por los socialistas.
“No se puede hacer, es decir que convoqué elecciones porque necesito reponer el resultado electoral y estoy cometiendo fraude. Es una acusación tan grave que al menos habrá que desmentirla”, dijo Sánchez a Pablo. Motos encontró la oportunidad de echarle un vistazo para avergonzarlo. «Eso dijo Juan del Val en este programa», dijo, antes de confrontar al presidente con el video en el que, efectivamente, Juan del Val lo acusa de «fraude judicial». Sánchez apenas puede dudar en que «no había notado la declaración» antes de volver a su discurso escrito.
Otro momento en el que Sánchez cayó en su propia trampa al explicar voluntariamente el sanchismo: «Mentiras, maldades y manipulaciones», dijo, refiriéndose a un término que dijo acuñado a través de sus opositores políticos. Poco después, cuando le preguntaron a través de las hormigas qué diría hacer si una de sus hijas salía con un joven votante de VOX, Sánchez tenía que enfrentarse a los hechos: «El amor es gratis».