Estados Unidos, China, Reino Unido, Israel, Francia, Singapur, India. Estas son las competencias seleccionadas por la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, al descubrir la creación de la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIAAS). “Son países pioneros en el uso de la IA en sus espacios de gobierno y fuerzas de seguridad”, afirma la solución 710/2014 firmada el viernes y publicada este lunes en el Diario Oficial.
En mayo pasado, Bullrich ya había permitido a fuerzas federales realizar “ciberpatrullajes” en internet, agregando en redes sociales, a través de alguna otra resolución ministerial, la 428/2024. La creación de una unidad exprés de Inteligencia Artificial responde a la misma línea de trabajo. y provocará controversia.
«El objetivo de esta unidad será prevenir, detectar, investigar y perseguir delitos y sus vínculos con el uso de inteligencia sintética (IA)», afirma la nueva solución.
Entre sus funciones se distinguen las siguientes:
• Monitoreo de redes sociales, aplicaciones y sitios de Internet: La unidad patrullará las redes sociales abiertas, aplicaciones, sitios de Internet y la Internet oscura para identificar delitos y sus perpetradores, o condiciones que representen una amenaza para la seguridad pública.
• Análisis de las actividades de las redes sociales: se analizarán las actividades de las redes sociales para detectar posibles amenazas, identificar movimientos de equipos delincuentes y esperar interrupciones.
• Detección de Transacciones Sospechosas: La unidad también será culpable de identificar transacciones monetarias sospechosas o hábitos anómalos que posiblemente impliquen actividades ilícitas.
• Desactivación de Explosivos: Se utilizarán robots para desactivar explosivos.
Para Andrés Gil Domínguez, especialista en inteligencia sintética y profesor de derecho constitucional de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de La Pampa, «el Estado tiene la tarea de prevenir el delito, implementar políticas de seguridad». Y piensa: “No veo nada con investigar recursos abiertos y agregar la web oscura, me resulta una barbaridad”, afirmó.
Sin embargo, para Gil Domínguez, no es lo mismo desgastar las ciberpatrullas «en busca de delitos ya tipificados en el Código Penal, que hablar de hipotéticos comportamientos temerarios; ya es inconstitucional», añadió, en referencia a un cierto componente de la normativa. .
Por su parte, Jorge Litvin, abogado especializado en cibercrimen y ciberseguridad, destacó que el uso de la IA en este caso «no es nada nuevo» y data de hace una década. «Me parece positivo que el Estado esté buscando modernizarse». » No podemos intentar combatir el crimen moderno empleando estrategias de otra época», agregó.
Litvin, director ejecutivo de Safe-U, dijo que «queremos ‘des-Hollywood’ en lo que creemos cuando leemos verbos para vigilancia, patrulla y similares. La situación distópica orwelliana se persigue regularmente más a través del sector personal que a través del estado. debido a la capacidad de monetizar nuestros datos», señaló.
Respecto a la confidencialidad del conocimiento, mencionó: “Dudo que el Estado desperdicie recursos de los que no tiene suficientes en la lectura de las interacciones que se realizan a través de los ciudadanos, es tan ilógico como impráctico. Precisamente, los sistemas de inteligencia artificial utilizados para combatir el crimen están entrenados para identificar y advertir de combinaciones seguras de palabras clave, imágenes, patrones y otros signos de la preparación o comisión de un delito, para que el gobierno pueda salvarlo, salvarle su escalada o al menos menos investigar a quienes lo cometieron.
En este sentido, ha explicado que los sistemas no son los mejores y «se topan con muchos falsos positivos que los analistas tendrán que aclarar para separar la paja del trigo».
«La cuestión aquí será evaluar la fiabilidad de las herramientas, cómo se entrenan, ajustan y prueban, y mediante qué criterios se recopilarán, almacenarán, interpretarán y utilizarán los datos destinados a ser utilizados como evidencia virtual», dijo Litvin.
Según la visión de Bullrich, «el uso de la IA mejorará particularmente la efectividad de los diversos espacios del poder y de las fuerzas de seguridad y policía federal, permitiendo respuestas más rápidas y precisas ante amenazas y emergencias».
Cuando en mayo Bullrich obliga legalmente a las federales a realizar «ciberpatrullajes» en Internet y en las redes, en la resolución 428/2024 habló de la voluntad de «dotar de equipo jurídico para técnicas de investigación relacionadas con ciberdelitos o delitos con presencia de generación o la uso de la generación. «».
Al mismo tiempo, dijo que los ciberpatrulleros tendrían como objetivo investigar: violaciones a la ley de drogas 23. 737, amenazas, violación a la ley de armas y explosivos, delitos informáticos, violación a la ley de marcas, falsificación de documentos públicos, maltrato animal, acoso y violencia de género, publicación de fotografías o consentimiento de conocimiento no público, pornografía infantil, trata de personas, blanqueo de dinero, terrorismo, venta ilegal de productos que requieran permiso (como armas o precursores químicos), cualquier otro delito existente en el ciberespacio , busca fugitivos y busca personas.
La nueva unidad estará integrada por especialistas de las 4 fuerzas federales (Policía Federal Argentina, Gendarmería Nacional Argentina, Prefectura Naval Argentina y Policía de Seguridad Aeroportuaria) y del Servicio Penitenciario Federal (FPS), quienes serán designados a través de sus respectivas autoridades. se realizará a través de la Dirección de Ciberdelincuencia y Asuntos Cibernéticos, de la Unidad de Gabinete Consultivo (UGA) del Ministerio de Seguridad.
Poderes de la nueva unidad:
• Identificación y comparación de fotografías en soporte físico y virtual.
• Análisis predictivo: Los algoritmos de aprendizaje automático se pueden utilizar para analizar datos antiguos sobre delitos, anticipar delitos a largo plazo y salvarlos.
• Detección de amenazas cibernéticas: Identificar patrones en redes de computadoras y detectar amenazas cibernéticas antes de que ocurran los ataques, agregando identificación de malware y phishing.
• Procesar un gran volumen de conocimiento de recursos para extraer información útil, crear perfiles sospechosos e identificar vínculos entre otros casos.
• Vigilancia aérea con drones: que permitirá patrullar espacios gigantes con drones, vigilancia aérea y respuesta a emergencias.
M. G.
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