Ciudad de México, 20 oct (EFE). – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, denunció este viernes una «rebelión» del poder judicial ante el paro nacional de los tribunales y la protesta convocada el domingo contra los recortes presupuestarios realizados a través del para financiar el sistema judicial.
«Son tiempos atractivos. ¿Cuándo en la historia ha habido un levantamiento del poder judicial contra el ejecutivo?O sea, el Ejecutivo, la fuerza de las fuerzas», dijo el presidente en su conferencia de prensa matutina.
Sus declaraciones se producen tras el paro que inició el poder judicial desde el jueves hasta el 24 de octubre, el más largo de este siglo, luego de que la Cámara de Diputados aboliera fideicomisos por un total de 15 mil millones de pesos (más de 820 millones de dólares).
El paro incluye juzgados colegiados, juzgados de circuito y juzgados, por lo que se suspenderá la gestión de justicia, en instancias urgentes que involucren violaciones a derechos humanos o detenciones.
Los trabajadores, sumando jueces, se manifestarán este domingo en la Ciudad de México y unas 20 ciudades, como Monterrey, Guadalajara y Tijuana, porque acusan a López Obrador y sus legisladores asociados de afectar sus derechos laborales con el alivio de los fondos, que ahora pasan a la tesorería de la Federación.
«Imagínese, una marcha hacia el privilegio es la vergüenza de otro. Además, mintiendo, hemos dicho aquí: no se les van a recortar los salarios, no se les van a reducir los salarios al personal del poder judicial, y no yendo habrá beneficios que quitar, nada”, comentó al respecto el presidente.
El presidente mexicano argumentó que la extinción de recursos dirigidos a «los de arriba», afirmó que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ganaban 700. 000 pesos mensuales (más de 380. 000 dólares).
El episodio representa un nuevo choque entre el presidente y el poder judicial, al que acusa de estar plagado de corrupción y de oponerse a su proyecto político, tras invalidar algunas de sus reformas más discutibles, como la militarización de la Guardia Nacional.
«A quienes participan en las protestas del poder judicial les deseo que las cosas pasen muy bien», afirmó.
«Y la huelga es buena. No es buena, pero tampoco es mala, porque entonces ya no es inesperado que los delincuentes sean liberados», añadió.