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ACTUALIZACIÓN. A horas de que el presidente de Irán, Hasan Rohaní, advirtió a Estados Unidos sobre una “venganza aplastante” por la muerte del comandante de la Guardia Revolucionario Qasem Saleimaní, abatido el pasado viernes, Donald Trump dijo que Estados Unidos tiene 52 objetivos iraníes que recibirán “golpes muy rápido y muy duro” si Irán ataca a cualquier estadounidense o activos estadounidenses.
“Estados Unidos no quiere más amenazas”, dijo el presidente Trump a través de Twitter.
Trump señaló que los 52 puntos representan los 52 rehenes estadounidenses tomados por Irán hace muchos años, y que estos objetivos son de muy alto nivel y muy importantes para el país del Oriente Medio y su cultura.
“(Irán) ya estaba atacando nuestra embajada y preparándose para ataques adicionales en otros lugares. Irán no ha sido más que problemas durante muchos años”, agregó.
Este sábado, varios proyectiles impactaron en el centro de Bagdad y en la base militar de Al Balad, al norte de capital iraquí, donde hay presencia de tropas estadounidenses, sin provocar víctimas, informaron diversas fuentes.
– Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de janeiro, ciudad de 2020
El servicio de Información de Seguridad del gobierno iraquí, dijo en su cuenta de Twitter que varios proyectiles han caído en un barrio en el centro de Bagdad, y en la zona verde de fortaleza, así como en la base de la fuerza aérea de Al-llamó balad, en la provincia de Saladino, al norte de la capital de la república.
La celda en la que afirmó que no había «pérdidas de vidas humanas».
Por su parte, una fuente del Ministerio de Interior iraquí dijo a Efe que un cohete de tipo Katiusha cayó en la Zona Verde, donde se encuentran las embajadas extranjeras, incluida la de Estados Unidos, y las sedes gubernamentales, sin provocar daño materiales o personales.
Por otra parte, un oficial de la Policía de Saladino informó a Efe de que dos cohetes cayeron en la parte meridional de la base de Al Balad e impactaron en almacenes de armas del Ejército iraquí sin causar víctimas pero sí daños materiales limitados.
El oficial, que pidió no desvelar su nombre, señaló que las fuerzas estadounidenses desplegadas en esas instalaciones se han declarado “en alerta” y desplegaron drones alrededor de la base después de que se produjera el ataque.
Al llamó balad, es una de las más grandes bases de Irak, y que se encuentra en él, las tropas y los concejales de la coalición internacional anti-terrorista liderada por Washington.
El lanzamiento de proyectiles tiene lugar un día después de que EE.UU. efectuara un ataque selectivo contra líderes chiíes en Bagdad, acabando con la vida del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimani, y del vicepresidente de las milicias iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes.
Precisamente, el interés que responde a los ataques contra los intereses estadounidenses en territorio iraquí, a los que Washington tiene batallones de escritores y apoyados por Irán, que operan a través de la Multitud Popular, al igual que Kata’ib de Gobierno.
Esos ataques se han repetido frecuentemente en los pasados meses, pero el pasado 27 de diciembre se produjo la primera víctima mortal estadounidense, un contratista que se encontraba en una base militar de Kirkuk (norte).
Protestas en varias ciudades de EE. UU. en rechazo al ataque de Trump en Irak
Miles de personas se echaron este sábado a la calle en 70 ciudades de EE.UU. para pedir la salida de las tropas estadounidenses de Oriente Medio y rechazar el ataque que ordenó el presidente Donald Trump para acabar con la vida del poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní.
En Lafayette Square, frente a la Casa Blanca, unas trescientas personas se reunieron en el acto central de las protestas.
Entre los participantes, había niños, ancianos y muchos jóvenes que mostraron pancartas que ridiculizaban a Trump, estaban adornadas con flores y símbolos hippies o pedían la retirada de los entre 60,000 y 70,000 soldados estadounidenses desplegados actualmente en Oriente Medio.
“Trump, la gente dice: no queremos guerra con Irán. Saca las tropas estadounidenses de Irak”, rezaba con letras negras y rojas una de las pancartas principales.
Las ciudades que salieron a las calles incluyeron Nueva York y Miami, donde la participación fue más baja que en Washington.
En Nueva York, la protesta fue convocada en la icónica Times Square, junto a las oficinas de reclutamiento del Ejército estadounidense que se alojan en el centro de la plaza, en el conocido monumento de luces rojas, azules y blancas que representan la bandera del país.
En las últimas horas, Nueva York ha reforzado su seguridad en lugares clave ante el miedo de que Irán tome represalias por la muerte en un ataque estadounidense en Bagdad de Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, y del vicepresidente de la Multitud Popular iraquí, Abu Mahdi al Mohandes.
“Esto es un juego para el presidente Trump”, dijo a EFE Susan Schnoll, exmilitar de la Marina y presidenta de una de las organizaciones presentes, “Veterans for peace” (Veteranos por la paz), señalando que el mandatario ha utilizado la Administración que dirige para hacer “lo que él quería”, en referencia al ataque a Soleimaní.
Entretanto, en Miami, una veintena de personas se reunieron en el monumento de la Antorcha de la Amistad, en el Parque Bayfront, en el centro de la ciudad, para pedir la salida de EE.UU. de Irak y mostrar pancartas con mensajes como: “envíen a los chicos a la universidad, no a la guerra”.
Quien sí estuvo muy ocupado fue el secretario de Estado, Mike Pompeo, que ha pasado las últimas horas al teléfono tratando de tranquilizar a los aliados de EE.UU.
Este sábado, Pompeo conversó con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el príncipe heredero de Baréin, Salman bin Hamad al Jalifa; y su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, informó el Departamento de Estado. En todas las llamadas, Pompeo defendió la actuación de EE.UU.
Teherán y Washington, que no tiene relaciones diplomáticas desde 1979, han vivido numerosas crisis desde que Trump ordenara en 2018 la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear de 2015.
La escalada de tensión actual está considerada como la más grave y ha despertado el temor a una guerra.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó el viernes que la muerte del general iraní Qasem Soleimani fuera para iniciar una guerra o un cambio de régimen en Irán, pero enviará miles de soldados a Medio Oriente de manera preventiva ante las amenazas de Teherán que ha prometido venganza.
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