El humor nunca tendrá que desaparecer, ni siquiera ante la crueldad de la guerra. Y esta premisa fue tomada literalmente a través de un soldado ucraniano que se «disfrazó» de Gila y llamó al enemigo para gastarle una broma.
Todo esto se debe a la captura por parte de las fuerzas ucranianas de un tanque T-72B3 de fabricación rusa perteneciente a las tropas del Kremlin. No contento con este trofeo, el caza ucraniano llamó a Rusia para que le ayudara a reparar el tanque.
El soldado, que se volvió viral por su broma y utilizó el nombre ficticio «Kochevnik», se puso en contacto con el fabricante del tanque, la empresa rusa Uralvagonzavod. Un trabajador de la empresa respondió a la llamada y el soldado ucraniano se hacía llamar «Aleksander Anatolevich».
Tras este primer intercambio de palabras, el caza identificó los desperfectos en el tanque: fugas de aceite, compresores no funcionaban, mecanismo de rotación de la torreta roto. . .
Y el empleado de Uralvagonzavod cumplió perfectamente su papel e informó al soldado que iba a transmitir todos los errores mencionados anteriormente a los diseñadores del tanque T-72B3.
Pero la broma no impide ahí. Según cuentan, el soldado habló con el presidente de la compañía rusa, Andrey Abakumov, quien le pidió al luchador más datos para asegurar su identidad.
Específicamente, Abakumov le pidió al soldado que le enviara un mensaje de WhatsApp para identificar al usuario que había informado de esos importantes errores del tanque y que lo contactara más tarde si fuera necesario.
Fue allí donde el T-72B3, que en el pasado había sido «Aleksander Anatolevich» para la compañía Uralvagonzavod, reveló que era un caza perteneciente al ejército ucraniano y que el T-72B3 había sido capturado a finales de 2022.