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En BARCELONA, el 1 de enero. (EUROPA PRESS) –
A un año de su puesta en marcha el 31 de diciembre de 2020, el director asociado del BSC, Josep Maria Martorell, ha explicado a Europa Press que todo esta concursado y en marcha, después de que a mediados de diciembre se haya aprobado abrir el concurso de la subestación eléctrica para abastecer el supercomputador.
Martorell ha señalado que el edificio nuevo –situado detrás de la Torre Girona– estará listo en febrero, mientras que el espacio que alojará el superordenador –el site– se acabará durante el segundo semestre de 2020, y la subestación eléctrica a finales de 2020.
Respecto al supercomputador, Martorell ha remarcado que la Comisión Europea acaba de abrir el concurso, que es un proceso largo que finalizará alrededor de julio, por lo que si se resuelve en ese mes «hacia octubre podrían llegar los primeros componentes» del MareNostrum 5.
Ha explicado que, al igual que el MareNostrum 4, el nuevo superordenador será un sistema compuesto con máquinas de diferentes arquitecturas computacionales, por lo que se empezará a construir en 2020 e irá recibiendo componentes hasta 2025.
La inversión del MareNostrum 5 es de unos 220 millones de euros, de los que 110 los aporta la Unión Europea y la otra mitad el Estado, la Generalitat y otros países que apoyaron su candidatura –Portugal, Turquía y Croacia–, de los que 150 es a la compra de la máquina y 70 a hacerla operar hasta 2025.
Josep Maria Martorell ha señalado que el MareNostrum 5 es uno de los tres computadores pre-exascala, junto al finlandés y el italiano, dentro de la iniciativa europea EuroHPC que busca tener superordenadores competitivos y promover el desarrollo de tecnología de computación europea.
Esta iniciativa europea destina 800 millones de euros en el periodo 2019-2020, una cantidad que Martorell ha dicho que es «un marco presupuestario adecuado» y de la magnitud de competidores como Estados Unidos y China.
Martorell ha sostenido que Europa «ha perdido el tren» en los últimos tiempos en la producción de tecnología de computación propia, que no es infinitamente relevante para supercomputadores pero sí tiene consecuencias para la seguridad y la industria, y que con esta iniciativa quiere recuperar terreno para garantizar la soberanía tecnológica.
A diferencia de los otros dos superordenadores, el de Barcelona contará además con una plataforma experimental, MareNostrum Experimental Exascale Plattform (MEEP), con una dotación de 10 millones de euros, para que investigadores y empresas europeas puedan testar chips.
El término municipal señaló que ha sido «muy importante» para ser los únicos en los tres núcleos con esta plataforma, lo que nos permitirá poner a prueba en un entorno real de los chips fabricados en Europa.
Se ha dicho que se trata de un proyecto que se inició en el año 2020, y que dura tres años, por lo que confía en que la tecnología de la ue, podría ser «mucho probados», hasta el 2022.
«Si hemos hecho bien el trabajo, en el MareNostrum 6, una parte de la tecnología estaría desarrollada en Europa», no como sucede hasta ahora, ha concluido Martorell.
Portal de actualidad y noticias de la Agencia Europa Press.