EEUU mata al general iraní Qasem Soleimani por orden de Donald Trump y el precio del petróleo se dispara

Esta madrugada, las milicias chi?es iraquíes Multitud Popular denunciaban en Twitter que su vicepresidente, Abu Mahdi al Mohandes, y Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución, que supervisaba a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes, y presente sobre el terreno en Siria e Irak, habían muerto en un ataque estadounidense contra el vehículo en el que viajaban en la carretera del aeropuerto internacional. El coche que fue blanco de un ataque aéreo que dejó, según confirmaron a Efe fuentes del aeropuerto, dos vehículos VIP calcinados y siete fallecidos más, incluidas dos de nacionalidad iraní.

El bombardeo selectivo se ha producido hoy después de que la tensión aumentara en los pasados días entre Washington y Teherán tras el asalto el 31 de diciembre de seguidores de la Multitud Popular a la Embajada estadounidense en Bagdad. Los manifestantes protestaban por un ataque norteamericano producido dos días antes contra posiciones de algunos batallones de las milicias iraquíes en el oeste de Irak en el que murieron 25 de sus hombres y más de 50 resultaron heridos. Durante las protestas, un grupo irrumpió en las instalaciones y quemaron una pequeña parte del complejo.

El Pentágono había enmarcado este ataque del 29 de diciembre contra los chiíes en una operación «defensiva» contra la milicia chií Kata’ib Hizbulá (KH), que opera bajo el paraguas de la Multitud Popular, a la que responsabiliza del lanzamiento de proyectiles y cohetes contra intereses estadounidenses en suelo iraquí.

Les acusa, concretamente, de ser responsables de un atentado el 27 de diciembre con más de 30 cohetes contra la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, donde se encuentra personal estadounidense que apoya al Ejército iraquí, que causó la muerte de un contratista estadounidense y dejó varios heridos entre los militares estadounidenses e iraquíes que estaban en las instalaciones.

Ayer mismo, el jefe del Pentágono, Mark Esper, pidió a Irán que detuviera su «campaña de provocaciones contra la presencia de Estados Unidos en Oriente Medio» y aseguró que su Departamento tomaría «acciones preventivas» si detectaba «la inminencia de un ataque». «Probablemente lo lamentarán», dijo, » estamos preparados para ejercer la defensa propia y detener más comportamiento ofensivo por parte de estos grupos, todos los cuales están respaldados, dirigidos y financiados por Irán», añadió Esper en un encuentro con periodistas.

Hoy, el Pentágono asegura en un comunicado emitido tras el ataque del aeropuerto de Bagdag que «el general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región», informa Efe.

La nota responsabiliza a Soleimani y a la Fuerza Quds «de la muerte de cientos de estadounidenses y de miembros del servicio de la coalición, y de las heridas de miles más» (…) «Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo», y subraya que este golpe «tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataques iraníes». Trump ha guardado silencio y se ha limitado a publicar en Twitter una imagen con la bandera estadounidense.

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En un comunicado publicado por medios oficiales persas, el ayatolá Jamenei culpa a la «gente más cruel de la tierra» del asesinato del «honorable» comandante que «luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo». «Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza», añade en el comunicado.

Jamenei califica a Soleimani como «mártir»: una figura internacional de la Resistencia, y todos los devotos de la Resistencia son ahora sus vengadores». «Todos los amigos y enemigos deben saber que el camino de la yihad de la resistencia (guerra santa) continuará con doble motivación, y una victoria definitiva espera a quienes luchan en este camino», añade Jamenei en este comunicado.

El dirigente iraní insiste en que «la desaparición de nuestro desinteresado y querido general es amarga, pero la lucha continúa y el logro de la victoria final hará que la vida sea más amarga para los asesinos y criminales». En su declaración, el líder iraní también expresa sus condolencias a la nación y a la familia del general Soleimani y ha declarado tres días de duelo nacional.

El ministro iraní de Defensa, el general Amir Hatami, también ha prometido que se vengará de «todos los que están detrás del asesinato». «Sin lugar a dudas, este crimen atroz, que es una prueba contundente de la naturaleza malvada del Gran Satanás, el arrogante Estados Unidos y su apoyo total al terrorismo en la región e Irak, será respondido de una manera aplastante», precisa el militar.

Anteriormente, el ex comandante en jefe del IRGC Mayor General Mohsen Rezaei también se comprometió a «la venganza dura» en contra de los autores de los sospechosos de los asesinatos a sangre fría.

Por su parte, el primer ministro dimisionario de Irak, Adel Abdelmahdi, también ha condenado el ataque. «Llevar a cabo operaciones de ajuste de cuentas contra figuras de liderazgo iraquíes y de un país hermano en suelo iraquí constituye una violación flagrante de la soberanía iraquí y un ataque a la dignidad del país», advierte, algo que representa «una escalada peligrosa que enciende una guerra destructiva en Irak, en la región y en el mundo».

Abdelmahdi también denuncia que el ataque contraviene las condiciones y el papel de las fuerzas de EEUU desplegadas en Irak, recordando que su cometido es entrenar a las tropas iraquíes y luchar contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), «bajo la supervisión y con la aprobación del Gobierno iraquí».

El primer ministro, que presentó su dimisión a finales de noviembre en el marco de la crisis que sacude Irak, ofrece además sus condolencias por la muerte de Al Mohandes y Soleimani, a los que ha calificado de «grandes símbolos de la victoria frente al Estado Islámico (EI)» -las milicias progubernamentales Multitud Popular lucharon contra el EI en Irak, donde fue derrotado territorialmente a finales de 2017 y han actuado bajo el mando de las fuerzas regulares de Irak, que a su vez se coordinan con las estadounidenses para hacer frente a los extremistas en el marco de la coalición internacional capitaneada por Washington-.

También el líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, asegura que seguirá la senda del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimani, fallecido esta madrugada en un bombardeo selectivo de Estados Unidos en Bagdad. «Completaremos el camino del comandante Soleimani y trabajaremos día y noche para conseguir sus objetivos», ha señalado el líder en declaraciones recogidas por el canal de televisión libanés Al Manar, portavoz de Hizbulá.

«Vengar a los asesinos de los muyahidines (combatientes) será la responsabilidad y el trabajo de todos en la Resistencia», afirma Nasralá, en alusión al brazo armado del grupo, respaldado por Irán y que juntos luchan en Siria en el bando del presidente sirio, Bachar al Asad.

El clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr también ha llamado a sus combatientes a que estén preparados para «proteger Irak», después del ataque estadounidense «como responsable de la Resistencia Nacional Iraquí», en el que se dirigea los muyahidines (combatientes) y a «las facciones patrióticas y disciplinadas» para que estén «completamente preparados para proteger Irak».

En concreto, se dirigió al Ejército del Mahdi, fundado en 2003 por el clérigo y que se convirtió en el principal grupo insurgente contra la invasión estadounidense de Irak y protagonizó algunos de los incidentes más sangrientos, además de estar acusado de llevar a cabo asesinatos selectivos contra los suníes y secuestros.

En su declaración, Al-Sadr, también se cita a La del Día en que lo Prometido es deuda, fue fundada en el año 2008, después de que el Ejército del Mahdi se quedó inmóvil, su actividad en el año 2007, para hacer frente a las tropas de ee.uu. en Irak, sino de evitar víctimas civiles.

La noticia ha tenido un impacto inminente en los mercados y, más concretamente, sobre las materias primas, que está recogiendo con la máxima intensidad el aumento de la tensión geopolítica. El barril del ‘brent’ sube alrededor de un 4%, se acerca al nivel de los 69 dólares y alcanza los niveles más altos desde el pasado mes de septiembre por el aumento de la incertidumbre en Oriente Medio.

Los mercados temen que la tensión se mantenga en el tiempo, después de que Estados Unidos haya asegurado que seguirá tomando todas las medidas necesarias para proteger sus intereses».

La incertidumbre también se deja notar en el precio del oro, el activo más defensivo y el más reclamado en tiempos de turbulencias. El precio del metal sube más del 1% por encima de los 1.550 dólares por onza. Es la mayor subida diaria desde el pasado 31 de octubre.

En el mercado de divisas, el euro baja frente al dólar estadounidense por tercera sesión consecutivo. Pierde un 0,3% hasta los 1,1133.

El objetivo es que ha dado son de fuera, si es que no falla

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