A antítese de López Obrador

Víctor Beltri

El 9 de diciembre de 2019

Mi hermano, en brasil.

Ha sido un año de gobierno, a un año de contrastes. Un año más, de los problemas y los logros de un año en el que las imágenes de la titular del ejecutivo, a continuación, el día a día, en las conferencias de la mañana; en los actos públicos, en los comicios a los que se dirige, los roles de las personas, lo que lo llevó a la Presidencia de la República, después de 18 años de edad.

El presidente, con una imagen actual, al parecer, se encuentra muy lejos de ser el del año pasado, cuando no era más que un buscador de acoso escolar que se ha comprometido a acabar con el sistema, o cuando, a la vista de lo que se consideraba como una amenaza a la justicia, se ha decidido a proclamar como presidente legítimo, con el apoyo de la Gente. El presidente sigue siendo el mismo, y sigue en la lucha con cohesión firme en contra de aquellos a los que se considera no sólo a sus enemigos, sino de los enemigos históricos de la causa en la que se pasa volando y que, a su juicio, son las responsables de los problemas de la nación: problemas con los que se ha diagnosticado correctamente, y se le acusó, sin descanso, desde su trinchera.

Andrés Manuel, que siempre ha sido, y será, la antítesis de un sistema anterior, de ahí su empeño por destruir. Una de las «antítesis » extraordinaria», la que lo hizo y puso en evidencia las deficiencias de la tesis predominante, y se enfrentó a su expresión mínima de la misión se dará por cumplida cuando el sistema anterior, desaparecen por completo. De ahí su frustración: «lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer solo», dice a pedir más tiempo para sentar las bases de la transformación.

La transformación que se ha de entender, que comenzó y que no tiene vuelta atrás. Una evolución que, sin embargo, no se hormigonado, el Presidente de la República, sino que hay que encontrar, de hecho, en el camino de la síntesis entre el sistema anterior y de sus contradicciones. Una síntesis de lo que no ha sucedido todavía, y en la que se abrirá el diálogo entre los sectores más moderados de ambos lados: de la síntesis de la oposición, por su propia naturaleza, no es capaz de levantarse.

(Tesis, antítesis, síntesis). La política en México ha dejado de ser el partido de la alternancia democrática, la tesis a la que nos tiene acostumbrados, en el que se había grupos en que se divide el poder entre ellos, y de los diferentes partidos políticos. Un trabajo terminado a causa de sus propios errores y contradicciones, y que acaba de ser convocado por su antítesis: la tesis de que existe una oposición de la mujer abandonada por el pueblo, y que por falta de presupuesto se hace más visible, y la razón de ser de la «antítesis». En la tesis se encuentra disponible, y no hay manera de que vuelva:) es por eso por lo que la popularidad extrema, y es por eso por lo que el voto de confianza. La antítesis que, por su naturaleza, tienen que hacer frente a la historia: ¿es por eso por lo que en el discurso de Matic, y es por eso por lo que algunos, y es por eso por lo que la polarización. Es por ello por lo que, por las mañanas, y es por eso por lo que el número de falsos problemas, y es por eso por lo que es la voluntad constante de la batalla. Es por ello por lo que, por otra parte, es inútil seguir luchando por lo que es perjudicial para continuar con la defensa abierta en cualquier posición y es por eso por lo que no hay síntesis sin embargo.

Por lo tanto, antes de que la antítesis de seguir a destruir lo que hemos construido entre todos, y que es necesario, ahora más que nunca, volver a la conversación.

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