Hace menos de 24 horas, el Príncipe Harry y Meghan Markle sorprendían al mundo al anunciar su decisión de «dimitir» de sus funciones y abandonar la Familia Real británica. De aquí en adelante desean llevar una vida más anónima, trabajarán de manera independiente, y vivirán a caballo entre Europa y América.
El comunicado de los duques de Sussex reflejaba su voluntad de llevar una nueva vida, alejados del foco mediático y renunciando a ser miembros destacados del clan Windsor. «Tras muchos meses de reflexión y debates internos, hemos optado por hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel de manera paulatina dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros ‘Senior’ de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, mientras continuamos apoyando plenamente a Su Majestad la Reina», detallaba su escrito.
En el futuro, el matrimonio desea «equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y Norteamérica, continuando honrando nuestro deber con la Reina, la Mancomunidad y nuestros patrocinios». Están seguros de que irse a vivir al otro lado del charco les permitirá llevar una vida más sosegada y con menos presión mediática. «Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con un aprecio por la tradición real en la que nació, mientras que también proporciona a nuestra familia con el espacio para centrarse en el próximo capítulo», señalan.
Apenas una hora después de que Harry y Meghan hicieran público el comunicado, Isabel II manifestaba su malestar ante la decisión de su nieto y su esposa. «Entendemos su deseo de tomar un enfoque diferente, pero esto son temas complicados y tomará su tiempo el organizarlos», explicaba la Reina en un comunicado.
El revuelo que se ha formado ha adquirido tal magnitud tanto a nivel nacional como internacional que ahora el Príncipe ha decidido despejar todas las dudas en torno a su drástica decisión. Lo ha hecho a través de la web de los duques. Así, ha dado respuesta a las cuestiones que más preocupan a los súbditos del Reino Unido.
De ahora en adelante, Harry y Meghan quieren participar de manera más activa en proyectos solidarios. “Los Duques se sienten orgullosos de su trabajo y están comprometidos en continuar con sus labores solidarias, además de poner nuevas acciones en marcha. Además están evaluando su capacidad para ganar dinero con una actividad profesional, lo que en la estructura actual tienen prohibido hacer. Por este motivo han tomado la decisión de ser miembros de la Familia Real con independencia económica. Su Alteza real cree que este nuevo modelo les permitirá continuar cumpliendo su deber con la reina Isabel, mientras logran una autonomía financiera para el futuro trabajando”, dicen los duques de Sussex en su site.
El motivo por el que la pareja ha decidido renunciar a su sueldo institucional como miembros de la Familia Real británica corresponde a su deseo de ser más independientes. “El Sovereign Grant cubre el cinco por ciento de los gastos de los Duques y es utilizado específicamente para sus gastos oficiales. Sus Altezas reales prefieren renunciar a este vínculo financiero”, señalan.
Los duques han aclarado que nunca han utilizado el dinero público para sus gastos privados y que tampoco tienen privilegios fiscales. Asimismo, pagarán sus futuros viajes privados, como han hecho hasta ahora. Sin embargo, cuando se trate de desplazamientos relacionados con el desempeño de sus funciones públicas, estos gastos, así como los que conciernen a su seguridad, seguirán siendo financiados por los fondos de ‘The Sovereign Grant’.
«¿Ganan un sueldo los Duques de Sussex?» es otra de las preguntas a las que dan respuesta. “No, de acuerdo a la actual estructura y disposiciones financieras, tienen prohibido cualquier ingreso”. Tampoco reciben dinero por las causas solidarias en las que participan. Sus ingresos derivan del reparto de dinero que hace el Príncipe de Gales a sus hijos, procedente del Ducado de Cornwall (terrenos que son de propiedad privada de Carlos de Inglaterra).
Es una de las grandes preguntas que el mundo entero se hace. Si desean quedarse fuera de la Familia Real, ¿rompen todo lazo con ella? «Como miembros que trabajan para la Familia Real, los Duques de Sussex seguirán dedicados a mantener el legado de la Reina en el Reino Unido y la Commonwealth. Continuarán apoyando con orgullo sus patronazgos y llevando a cabo trabajos para la Monarquía en el Reino Unido y en el extranjero”, aclaran.
“Frogmore Cottage seguirá siendo propiedad de Su Majestad la Reina. Los Duques seguirán utilizando esta residencia, con el permiso de Su Majestad, como su residencia oficial y así su familia siempre tendrá un lugar al que llamar hogar en el Reino Unido”, puntualizan.
Otra de las cuestiones que más interés ha despertado tiene que ver con la relación de los duques de Sussex con los medios de comunicación a partir de ahora. Pero con condicionantes. «Los Duques han revisado esta relación para reflejar su cambio como miembros de la Familia Real con independencia económica y quieren remodelar y ampliar el acceso a su trabajo”, dicen.
El matrimonio ha señalado que seguirá facilitando el acceso a los medios a determinadas facetas de su trabajo. Por ejemplo, invitarán a medios especializados a los distintos compromisos que lleven a cabo para darles acceso a sus actividades. También seguirán compartiendo información con el público a través de las redes sociales. Sin embargo, no participarán en el denominado ‘Royal Rota System’, que facilita imágenes exclusivas de los eventos oficiales de la Familia Real.
“Los Duques creen en una industria mediática libre, fuerte y abierta, que defiende la exactitud y promueve la inclusión, diversidad y tolerancia», explican. Y anuncian que no dejarán de estar vigilantes a lo que publiquen los medios sensacionalistas, contra los que han emprendido una particular cruzada. «Reconocen que sus roles como miembros de la Familia Real están sujetos a interés y reciben bien las informaciones precisas y honestas, mientras que las que son inapropiadas tendrán que rendir cuentas. De la misma manera que cualquier miembro de la sociedad, valoran su privacidad como individuos y como familia”.
«Los corresponsales reales británicos están considerados como fuentes creíbles en lo que se refiere al trabajo de los miembros de la Familia Real y a sus vidas privadas. Esta idea equivocada impulsa la cobertura que suelen ofrecer otros medios en todo el mundo, amplificando frecuentemente la desinformación. Por desgracia, las historias que los corresponsales reales habían contado de manera correcta son, en ocasiones, editadas o reescritas para reflejar falsas impresiones».