«Ahora vemos que nuestras corporaciones petroleras están redirigiendo sus líneas desde el oeste hacia el este y hacia otros países», dijo el domingo el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, en una entrevista con el diario árabe Al-Sharq.
El ministro se mostró positivo en la búsqueda de nuevos compradores y dijo que «la demanda de petróleo aumentará». Agregó que posiblemente Rusia tendría que reducir su producción de crudo, pero al mismo tiempo buscará «nuevos mercados, lejos de Occidente, así como la logística de elección, incluso si son más caras».
Según el ministro, el valor máximo «conducirá a distorsiones del valor y distorsiones del mercado». fuente de energía a unos precios que van a imponer los países de Occidente, no lo vamos a permitir».
Siluanov afirmó que a pesar de los esfuerzos para restringir los precios, las sanciones y las fluctuaciones del mercado en el mercado, se respetarán todos los compromisos presupuestarios en Rusia.
El mismo día, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, mostró en un canal de televisión local que Rusia nunca se conformará con esas «distorsiones y destrucciones del proceso de formación del valor del mercado».
El tope del valor del petróleo ruso, impuesto por la Unión Europea (UE), el Grupo de los Siete (G7) y Australia, entró en vigor el 5 de diciembre de este año. El tope se fijó en 60 dólares por barril. En este sentido, el presidente ruso, Vladimir Putin, se comprometió a firmar un decreto sobre medidas de represalia contraria a los países interesados en esta iniciativa.
NFG/HNB