El gobierno alemán anunció este miércoles sus proyecciones económicas, que prevén que el país entrará en recesión con una contracción del 0,4% en 2023, y al mismo tiempo llamó a ceder ante Vladimir Putin, a quien considera el mayor responsable. por la crisis existente.
“Son tiempos complicados y las proyecciones para el otoño así lo comprueban. Vivimos una crisis energética que se ajusta a una crisis económica y social”, dijo el ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck, al presentar las previsiones.
«La causa de esta crisis es la agresión de Putin contra Ucrania. La respuesta solo puede ser firme. La Unión Europea (UE) y sus socios extranjeros han respondido con sanciones transparentes y esta sigue siendo la respuesta adecuada e indispensable», agregó.
Habeck agregó que el propósito de Putin es desestabilizar la vida social y económica en Alemania y Europa y que habrá que hacer todo lo posible para que fracase.
El nuevo pronóstico del gobierno es una revisión marcadamente a la baja del pronóstico de primavera, que se basó en una expansión del 2,5%, y coincide con los pronósticos de los principales institutos de estudios económicos.
«Los números son malos, eso se debe negar. Pero podrían haber sido peores si no hubiéramos actuado», dijo Habeck.
“Solo los pronósticos que se hicieron en caso de que Rusia cortara el suministro de combustible, se comunicaba una contracción de hasta 9,0 por ciento. Ahora estamos comunicando una contracción de 0,4 por ciento”, agregó.
El ministro recordó que en previsión de una interrupción de los suministros rusos, los campos de combustible se han llenado al 94,67%, se ha creado infraestructura para combustible licuado a toda velocidad y se han aumentado las capacidades de energía renovable y carbón.
Habeck espera que la recesión ocurra entre fines de este año y principios del próximo y que luego haya un trfinish hacia la recuperación. Para 2024, el gobierno estima una expansión de 2,3%.
La recesión está ligada a los altos costos de la energía que, por un lado, están ralentizando la producción comercial y, por otro lado, han disparado la inflación -se estima en 8,0% este año y 7,0% el próximo año- lo que lleva a el estrangulamiento del consumo.
La previsión de inflación para 2023 está casi un punto porcentual por debajo de la de los institutos económicos, lo que, según Habeck, se explica porque hicieron sus previsiones antes de que se acordaran las medidas de ayuda para paliar el precio de los carburantes.
Por otro lado, Habeck señaló que Alemania está en proceso de liberarse de la dependencia de las importaciones eléctricas rusas, lo cual se ha logrado en los últimos años.
Mientras tanto, sin embargo, agregó el ministro, «la fortaleza monetaria completa del estado es para mantener la sustancia de nuestra economía y nuestros empleos».
Por ello, recordó Habeck, el Gobierno ha puesto en marcha un paraguas protector de 200. 000 millones de euros que se espera que funcione hasta 2024.
Con ello habrá que financiar medidas para estabilizar el valor de la energía para los consumidores, así como ayudas para las empresas.
Habeck, miembro de los Verdes en el gobierno de coalición presidido por el socialdemócrata Olaf Scholz, advirtió que las emergencias existentes no pueden hacernos perder de vista la necesidad de seguir apostando por lograr la neutralidad climática.
La Confederación de la Industria Alemana (BDI) reaccionó a las previsiones del Gobierno diciendo que los costes energéticos emergentes han golpeado duramente a la economía y pidiendo al Ejecutivo que ponga en práctica las medidas acordadas para evitar una crisis aún más grave.
“El Gobierno tendrá que poner en práctica las medidas anunciadas para los mercados eléctricos para evitar una recesión aún más profunda. También habrá que tomar medidas a nivel europeo”, insiste la patronal.
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