Actualizado el 10 de noviembre de 2023 a las 23:00 horas.
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De izquierda a derecha: Yolanda, Sonia, Kica, Laura y Anna en la parte superior de Gorra Blanca.
Héctor González
El Chaltén (Argentina)
Hace unos meses se propusieron participar en el Reto Pelayo Vida. No sabían cuál sería su destino, si serían seleccionadas entre unas 500 mujeres, ni en qué situaciones físicas volverían a enfrentarse. Anna Blanco, Yolanda Cerezo, Kica Echánove, Sonia Saiz y Laura Villa ya tienen alguna que otra lección de vida en su haber. Las cinco aventureras coronaron el Cerro de Gorra Blanca, uno de los gigantes de la Patagonia austral, para poner también la guinda a un multi Aventura de un día luchando contra el clima.
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La aventura de alcanzar la cumbre ya se vuelve complicada desde primera hora de la mañana. Sobre las siete de la mañana, y aprovechando el buen tiempo, se pone en marcha la expedición. Ante una pendiente pronunciada, las cinco mujeres avanzan de forma lenta pero segura, cambiando las raquetas de nieve por los grampones y viceversa, según las preferencias del terreno. Gorra Blanca se escaló por primera vez en 1984 y desde entonces se ha convertido en uno de los picos más difíciles de la región. Los aventureros caminan sobre el hielo, buscando evitar las grietas que puedan aparecer a lo largo de su recorrido. La prueba de que hay que concentrarse al máximo para evitarlos llega cuando uno de los guías de montaña argentinos que acompañan a la organización se desliza por uno de ellos, aunque afortunadamente sin consecuencias importantes. Las horas pasan y a medida que sale el sol, las temperaturas bajan. Pero después de más de seis horas de dura escalada, llega el momento soñado: los cinco supervivientes del cáncer logran la cima del Gorra Blanca. Entre los exangües y el viento, la emoción es palpable y, unidos en un abrazo fraternal, saborean la hazaña consumada. “Ha sido un gran ascenso, llegar aquí ha costado mucho dinero. Por supuesto, las perspectivas son espectaculares”, confiesa Kica. “Lo peor es lo incruento. Teníamos los pies congelados, no los sentíamos y tuvimos que masajearnos las piernas y tomar aspirinas para ayudar a la circulación”, explica Laura.
La expedición afronta la subida al Cerro de Gorra Blanca.
Y las bajas temperaturas y el viento helado hacen que el momento de la cumbre dure apenas diez minutos. Luego comienza un descenso marcado por fuertes rachas de viento y el peligro de que caiga la tarde sobre ellas. Finalmente, y tras más de 13 horas de pintura en el montañas, los aventureros llegan al refugio seguro donde dormirán. El propósito se ha cumplido. » El momento de la cumbre es todo aquello que llevamos meses soñando y visualizando», afirma Yolanda Cerezo, quien, a sus 53 años, es la Jugador más veterano de esta edición. Acostumbrado a las carreras de montaña desde hace más de una década, esta es una forma de acercarse a su entorno favorito:
«La montaña es un lugar donde te apegas a ti mismo, te llena de energía. A Yolanda le diagnosticaron cáncer a los 50 años durante un cribado de rutina. La enfermedad coincidió también con algún otro diagnóstico de cáncer, el de su padre. Incluso Aunque las malas noticias llegaron dos veces, el arquitecto madrileño supo a qué agarrarse: «Lo primero que le pregunté a mi oncólogo fue si iba a poder correr. El deporte me ayudó mucho en el proceso y logré quedarme». Me levanta el ánimo a través de su práctica.
Los integrantes del Reto Pelayo Vida se abrazan tras alcanzar la cima.
Un denominador no habitual entre las 46 mujeres que ya han participado en las nueve ediciones del Reto Pelayo Vida. El deporte jugó un papel clave en su recuperación y en su vida tras el cáncer. En cuanto a las cinco participantes de este año, más allá de lo que ha Practicado en solitario, los cuadros de los últimos meses bajo la dirección de Rocío Monteoliva han sido imprescindibles para sacar adelante este reto. También el espíritu de equipo de la organización y la habilidad para intervenir, cualidad que se prolongó al resto del equipo que vivió la semana pasada entre el hielo y la roca de la montaña. Desde el jefe de logística Enrique González, pasando por el equipo de guías locales, hasta el equipo de documentalistas formado por Raúl Vaquero, Armando Rey y Josu Andavert para que en 2024 nacerá el documental que cuenta la historia de la expedición.
El año que viene y en algún otro rincón del mundo, Reto Pelayo Vida, fundado en 2015 por Eric Frattini, celebrará su décima edición. Serán cinco mujeres las que constituirán el combate de los miles y miles de personas que se fijan entre sí. cada año que tienen cáncer, quienes lo harán para quienes las ven como un ejemplo y sobre todo para los que ya no están. Por ahora, la Patagonia será el desafío de Laura, Anna, Yolanda, Kica y Sonia. , que han alentado y venerado a innumerables mujeres valientes.
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Ángeles Barceló
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