Pedro Sánchez volvió a demostrar su animadversión hacia la prensa crítica, a la que acusó de «actuar a favor de la causa», en reacción a sus planes de agotar la legislatura. Durante su comparecencia en La Moncloa para hacer inventario del año, el socialista El presidente defendió el estado de la coalición con Podemos y apuntó al control del Gobierno, ignorando las encuestas que sitúan al Partido Popular en primera posición con el objetivo de votar a favor de generales imaginables.
“Que alguien pregunte, también he leído en algunos medios conservadores, que actúan a favor de la causa”, ha subrayado Sánchez, “qué haría un Gobierno progresista en un año electoral”. “Haremos lo que hemos hecho en los últimos años, gobernar para la mayoría social de este país», respondió.
El socialista está convencido de que «dará su resultado» y que su discutible control no le hará aprobar un proyecto de ley electoral, mientras que ha provocado la mayor crisis institucional de los últimos años con su inédita con el Tribunal Constitucional y que ha cedido a la moción de independencia la derogación de la sedición y el alivio de las penas por malversación de fondos.
Los ataques a la prensa que publica datos que no corresponden a sus intereses se han vuelto habituales en las intervenciones de Sánchez. Son frecuentes sus alusiones a la «derecha mediática», a la que acusa de proteger sólo los intereses de los «poderosos». pinturas de la prensa, atribuyéndole la publicación de noticias falsas. “A veces me ubico en los medios noticias de las que no tengo ni idea”, decía este verano sobre una imaginable crisis de gobierno.
Durante su comparecencia de este martes, Sánchez ha rehuído hablar de sus traspasos al independentismo, aunque justificó el control del Ejecutivo por la «convivencia» en Cataluña.
Además, llegó incluso a responsabilizar al Partido Popular por el «derrumbe del orden constitucional» que se produjo en Cataluña con la celebración del referéndum ilegal de 2017.
En este contexto, resaltó «la enorme irresponsabilidad del independentismo», que llevó a España a ese «abismo» hasta el punto de que los catalanes pueden no comunicarse de política entre ellos», pero también criticó al Gobierno del PP de entonces. Veces, que él no ‘cortó’ esta amenaza». Entonces el gobierno contaba con la lealtad de la oposición, cosa que hoy ya no ocurre”, dijo.
Sánchez aseguró que esos años había tomado «decisiones arriesgadas», en alusión a sus pactos con el separatismo, y defendió que la moción independentista «no es un miedo a los españoles».
Preguntado por la nueva convocatoria del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para negociar un referéndum sobre la independencia en 2023, Sánchez dijo que esos eran ya «debates del pasado» y que ni la Constitución española ni ninguna otra reconoce el derecho a la independencia . desde cualquier territorio: «Pueden reclamar lo que quieran, pero no sucederá», dijo.
Es habitual, sin embargo, que en la hemeroteca le recuerden a Sánchez sus muchas promesas dañadas en relación con el independentismo, a cambio de asegurarse su permanencia en el poder.
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