CIUDAD DE MÉXICO
En la conferencia de prensa en el Palacio Nacional, el presidente criticó que en los más de seis años se haya adquirido Array «gas al por mayor», hasta el punto de que no lo será en tres décadas.
Por esta razón, el deseo de utilizar el exceso de compras para obtener ventajas de los mexicanos.
Hay gas de sobra contratado y tenemos que buscar la forma de utilizarlo, porque ya son contratos que se suscribieron y tenemos que respetar esos contratos. Entonces, hay varias opciones, las estamos analizando. Una empresa, Sempra, quiere se le otorgue un permiso para vender gas a Japón, esa empresa tiene su planta en Ensenada y quieren vender gas a Japón; pero esa misma empresa es socia de la que nos vendió gas a nosotros en el Pacífico, por donde pasa este gasoducto de los yaquis, entonces queremos ver si hay un acuerdo con la empresa para que ese gas excedente también se pueda ir al Asia y que no nos cueste a nosotros», puntualizó el presidente.
El plan también incluye la estructura de una planta de procesamiento de combustibles en Salina Cruz, Oaxaca, tomando mérito de los ductos existentes y «también promoviendo a Asia», agregó Obrador.
En la estrategia para comercializar el gas excedente, el jefe del ejecutivo federal reconoció que no descartan la posibilidad de vender gas a Centroamérica.
Sin embargo, la fuente de combustible para la Península de Yucatán deberá resolverse primero para asegurarse de que haya energía eléctrica en este componente del país.
Ya estamos construyendo un gasoducto y vamos a tener combustible en Yucatán y Quintana Roo para forzar plantas de fuerza termoeléctrica para que no tengamos desórdenes con cortes de fuerza en Yucatán; lo mismo ocurre con Los Cabos, que son las dos regiones donde hay escasez o donde no hay suficientes periodos fuente de consumo máximo, pero ya se está trabajando en esto ”, dijo en el Palacio Nacional.
En este sentido, el mandatario mexicano recordó que en el pasado se habían hecho contratos para supuestamente construir plantas de fuerza y que esas plantas de fuerza termoeléctrica serían provistas de combustible que se compraría en Estados Unidos.
Lo que pasó fue que “no se construyeron plantas de fuerza termoeléctrica y se firmaron contratos para construir los gasoductos y comprar el gas”.
Una planeación de lo más irregular que puede haber. Imagínense, no se hacen las plantas, pero se compra el gas. La pregunta es ¿y qué hacemos con el gas?», cuestionó el mandatario mexicano.
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Jcs