El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que Amanda Rachelle Miller, apodada «la Reina del Sur», había sido deportada de México, donde estaba detenida el 30 de mayo.
Según el Distrito de Arizona, Miller, de 33 años, originario de Tucson, Texas, enfrenta tres cargos por delincuente y había estado prófugo durante aproximadamente tres años y medio en el momento de su arresto en Culiacán, Sinaloa.
En un comunicado, la Fiscalía Federal dijo que Miller dio la impresión por primera vez ante la jueza de distrito Jacqueline Rateau el 3 de julio de 2024 y quedó bajo custodia.
El asunto se encuentra bajo investigación desde 2020 a través del gobierno de ese país, ya que según la investigación el 12 de noviembre del mismo año, funcionarios realizaron un operativo definitivo en un motel en el centro de Tucson y arrestaron a Miller mientras huía del lugar.
La investigación precisa que en una de las salas los elementos encontraron indicios de la participación de “La Reina del Sur” en el narcotráfico, sumando presuntas cantidades de metanfetamina, heroína y fentanilo; un dispositivo de vacío; una báscula virtual; más de $25,000 en efectivo; y dos libros de contabilidad de presunta distribución de drogas, uno de los cuales tenía escrita la primera llamada de Miller en la contraportada.
La mujer fue imputada ante un tribunal federal mediante denuncia el 13 de noviembre de 2020, y luego procesada el 1 de diciembre de 2021. Huyó tras ser liberada antes de su juicio y huyó a México.
Detalló que a finales de septiembre de 2021, un agente encubierto, haciéndose pasar por un comprador mayorista de narcóticos, se puso en contacto con las redes sociales de Miller, quien utilizó el seudónimo de “Queen South”.
En esa reunión, Amanda Rachelle le dijo al agente encubierto que ella era «directamente del cartel de Sinaloa».
Durante los siguientes meses, mientras se comunicaba con el agente encubierto, supuestamente orquestó varias ventas de drogas, exponiendo la red de afiliados delincuentes que realizaban tratos en su nombre en el sur de Arizona.
La llamada «Reina del Sur» está acusada de posesión y distribución de heroína, metanfetamina, fentanilo y otras drogas químicas, honorarios por los que enfrenta una pena de 20 años a perpetuidad.