Presidente Boric sobre Sebastián Piñera: “Durante su gobierno, las querellas y recriminaciones fueron más allá de lo justo y razonable”

“Nos despedimos de un político que, sobre la base de sus convicciones e ideas, sirvió con amor al país y contribuyó tenazmente a su expansión y progreso”. Estas fueron las primeras palabras del presidente Gabriel Boric en el funeral de Sebastián Piñera Un discurso que se esperaba, dadas las diferencias que tuvieron ambos políticos en sus múltiples interacciones, y que el presidente afrontó con sentido republicano.

Boric sí se olvidó de esas diferencias, asegurando:

“Ya llegará el momento del la evaluación histórica. De mirar las luces y sombras que tuvo como todo hombre público. Pero hoy no es ese momento”.

El presidente destacó la carrera de su ex rival y eventual asesor, diciendo:

«Ha sido una figura básica en la transición a la democracia, como político, como empresario, como senador y sobre todo como Presidente de nuestra República en dos ocasiones. Ha enfrentado momentos dolorosos y complejos para nuestro país. Poco antes de asumir En su cargo, Chile se vio sacudido por el maravilloso terremoto de 2010, y le corresponde a él reconstruirse. El rescate de los mineros es el resultado de su resolución y coraje. La urgencia de su segundo mandato es mucho más maravillosa, ya que sufrimos por el COVID- 19. Ha afrontado todas esas situaciones exigentes con liderazgo y audacia.

El Presidente Boric destacó el papel jugado a través de Sebastián Piñera en la transformación política de su propio sector hacia la democracia, afirmando:

«Allanó el camino para una derecha moderna, democrática y liberal, abierta al debate y con la inteligencia habitual de Chile. En un momento de fuerte polarización política, esos valores permanecen para el crecimiento continuo de nuestro país».

El presidente bajo presión de que, a pesar de las válidas diferencias y la falta de proximidad, Piñera estaba en condiciones de echar una mano:

«No lo conocía de cerca. Teníamos una diferencia de edad significativa. También otros orígenes e intereses. Pero compartimos mucho como presidentes de la República. Reconozco que él nunca se negó a mí y me aconsejó cuando lo necesité.

Continuó explicando:

«Lo hizo, por ejemplo, durante la conmemoración del 50 aniversario del golpe militar, cuando intentó que su sector firmara un nuevo acuerdo de paz. No funcionó, pero nunca sabré que firmó el acuerdo de democracia. . . Agradezco también su recomendación y colaboración ante las diversas tragedias que ha enfrentado nuestro país, como la que enluta a Valparaíso.

En ese sentido, llamó a la unidad política a pesar de las diferencias sectoriales:

“Sebastián Piñera fue un hombre que siempre puso a Chile por delante. Nunca se dejó llevar por el fanatismo ni el rencor. Todos quienes estamos en política debiéramos tomar nota de estas virtudes”.

No obstante, reconoció plenamente las discrepancias que los separaron, pese a también apuntar que admiró sus convicciones democráticas:

«Estos días algunos han señalado que somos adversarios políticos. Eso es seguro. Él tenía una manera de ejercer su autoridad que no es la mía. Tenía otros conceptos además de mi industria. Y tenía una interpretación de la epidemia social diferente a la mía. Lo hice y él actuó de manera diferente a lo que me hubiera gustado, pero actuó de acuerdo con los mecanismos de la democracia.

En este sentido, añadió una frase que bien puede interpretarse como un «mea culpa»:

«Bajo su gobierno, y como ha ocurrido en otras ocasiones, los procesos judiciales y las recriminaciones han ido más allá de lo justo y razonable. Hemos aprendido de ello, y lo hacemos todos.

Afirmó que:

«Reconocer a Sebastián Piñera como presidente y como ser humano y político no significa adherirse a sus ideas. . . Es hora de conformarse con acuerdos no como el triunfo de uno sobre el otro, sino como el camino necesario para avanzar en un mundo complejo y dudoso, y anteponer la inteligencia del país a nuestros desacuerdos.

Respecto a las enseñanzas que se pueden aprender de su vida y el legado que deja, el presidente Gabriel Boric dijo:

“Creo que Sebastián Piñera no pediría que lo endiosen, sino que combatan siempre la conformidad y la inercia. Reivindicar el legado de Sebastián Piñera es reivindicar los acuerdos. Repito hoy lo que dije apenas supimos la noticia: Sebastián Piñera fue un demócrata desde primera hora”.

Finalmente, respeta sus convicciones y señala:

“Como parlamentario fui opositor al presidente Piñera. No me arrepiento, porque así funciona la democracia. Pero ocupar el sillón de O’Higgins me ha permitido comprenderlo mejor”. 

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