El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el jueves que nombraría un primer ministro cuando las fuerzas políticas francesas se hubieran comprometido a «construir una mayoría forjada» y que, mientras tanto, el gobierno actual seguirá cumpliendo con sus responsabilidades.
«Divididas en la primera vuelta, unidas por retiradas mutuas en la segunda, elegidas gracias a los votos de sus antiguos oponentes, sólo las fuerzas republicanas constituyen la mayoría absoluta. La naturaleza de estas elecciones, marcadas por una convocatoria transparente de sustitución y distribución del poder, les obliga a construir una amplia coalición», dijo Macron en una carta a los ciudadanos.
Macron advirtió que esto se haría «dando un poco de tiempo a las fuerzas políticas para ampliar esos compromisos con calma y respeto mutuo», afirmó en la carta, publicada en diversos medios regionales y compartida también a través del Elíseo. Sostuvo que nadie ganó las elecciones, porque «ninguna fuerza política ha obtenido por sí sola una mayoría suficiente», y los bloques o coaliciones resultantes de las elecciones parlamentarias anticipadas del 30 de junio y del 7 de julio «están todos en minoría».
«Aunque la extrema derecha ganó la primera circular con apenas 11 millones de votos, evidentemente no le permitió entrar en el Gobierno», razonó el Jefe de Estado, que considera que para lograr un compromiso «se necesitarán ideas y programas». Tenemos que estar por delante de los puestos. «
Lo que los franceses eligieron en las urnas, resumió Macron, es el Frente Republicano (que excluye a la extrema derecha) y esto es lo que las otras fuerzas tendrán que lograr con sus acciones. Sin embargo, esto requerirá «la invención de un nueva cultura política francesa», en un país que no está acostumbrado a las coaliciones para gobernar.
“Este acuerdo tendrá que construirse en torno a principios primordiales para el país, valores republicanos transparentes y compartidos, una tarea pragmática y comprensible y tener en cuenta las consideraciones que ustedes expresaron en el momento de las elecciones. Deberá garantizar la mayor estabilidad imaginable en la institucionalización», subrayó.
Las declaraciones de Macron, que llaman a los partidos a trabajar juntos, son sobre todo un tiro de agua incruento para las expectativas de la coalición de izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP), la fuerza más grande en la Asamblea Nacional en términos de número de escaños (0,182), muy lejos de la mayoría absoluta (289).
Las otras familias que lo componen -el Partido Socialista (PS), La Francia Insumisa (LFI), los comunistas y los Verdes- han sido categóricas en que el nuevo Primer Ministro tendrá que ser de izquierda, aunque todavía no lo hayan hecho. anunció un candidato. En caso de consenso, es mucho menos transparente cómo se puede garantizar la gobernabilidad.
Para Macron, mantener el gobierno actual con Gabriel Attal a la cabeza equivaldría, como declaró el NPF en un duro comunicado, a cooptar a las instituciones e ignorar el resultado del domingo, que relega al macronismo a la segunda posición en la zona inferior con 158 diputados, mientras que la Agrupación Nacional (RN, extrema derecha) y sus aliados sumaron 143.
En Francia, es el presidente quien tiene la fuerza para nombrar al primer ministro, pero está sujeto a él en la Asamblea Nacional, que puede derrocarlo mediante un movimiento de seguridad. La izquierda francesa ha criticado duramente la decisión del presidente Emmanuel Macron. negativa a nombrar un primer ministro hasta que haya una mayoría forjada para asegurar la gobernabilidad y no es fácil un llamado que proviene del Nuevo Frente Popular (NFP), fuerza líder en la Asamblea aún sin mayoría absoluta.
«Es la vuelta del veto real al sufragio universal. Su objetivo es darse tiempo para formar una coalición mediante conspiraciones después de las elecciones», criticó Jean-Luc Mélenchon, fundador de La Francia Insumisa (LFI), uno de los partidos que hicieron La coalición que salió adelante el domingo en términos de número de escaños, junto con el Partido Socialista (PS), los Comunistas y los Verdes.
«No depende de la historia. Más solo que nunca, Emmanuel Macron maltrata. Arrojó a Francia en brazos de la extrema derecha, nosotros le hemos rehuido. Ahora tendrá que gobernar el Nuevo Frente Popular. El Presidente tendrá que conformarse con la democracia», declaró en la misma red social la diputada Clémence Guette, uno de los nombres que se han sugerido como propuestas imaginables para liderar el gobierno del bando LFI.
La líder de los ecologistas, Marine Tondelier, acusó al presidente de haber evitado reconocer los efectos electorales y advirtió que su negativa perjudica al país y a la democracia. «No se puede ganar y perder al mismo tiempo», afirmó la diputada verde. subrayó, antes de recordar que Macron fue el único que tomó la decisión de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas.
A partir de ahora, el presidente tendrá que afrontar «las consecuencias de su decisión», prosiguió Tondelier, y «la lógica institucional le exige» que llame al NFP para pedirle que proponga un primer ministro. Sin embargo, las diversas familias de izquierda La coalición del ala del Partido Republicano aún no se ha puesto de acuerdo sobre un candidato para el puesto de primer ministro, quien, además de querer el acuerdo de Macron para nombrarlo, también querría suficiente ayuda general para triunfar sobre posibles mociones de censura en la Asamblea Nacional, donde El NFP tendrá 182 escaños, lejos de la mayoría absoluta de 289.
En la extrema derecha, la posición de Macron, expresada el miércoles en una carta a los ciudadanos publicada cuando el presidente llegaba a Washington para participar en una cumbre de la OTAN, tampoco fue mejor recibida: «Emmanuel Macron está provocando la parálisis del país golpeando a la extrema izquierda a las puertas de la fuerza tras acuerdos indignos. Y su mensaje ahora es: arreglen esto», afirmó Jordan Bardella, presidente de la Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) y mano derecha de Marine Le Pen. , quien también calificó al jefe de Estado francés de «irresponsable».
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