La política de la toma de posesión de Pedro Sánchez

La toma de posesión de Pedro Sánchez tendrá una carga política muy alta que, en algunos casos, afectará a los fundamentos de la propia Constitución. ERC y Junts, Sumar, Podemos, IU, PNV, EH Bildu, Coalición Canaria (CC) y BNG ya lo han hecho. listo el proyecto de ley. El miércoles, el candidato a la nominación dio el visto bueno para reunir todo lo que le piden y negociar para conseguir su voto favorable.

Hace falta cualquier voto, sumándose el de Cristina Valido, única miembro de Coalición Canaria (CC), que pide a Pedro Sánchez lo mismo que le pidió a Alberto Núñez Feijóo: doscientos millones de euros para Canarias. sobre la «Agenda de Canarias». O la del diputado del BNG, Néstor Rego, que pide que se tenga en cuenta a Galicia.

Antes de iniciar su primera circular de negociación, Pedro Sánchez, pese a lo que le dijo a Felipe VI, no tiene votos suficientes para jurar su cargo. Sólo hay que usar la calculadora. Los del PSOE (121). El resto está en el aire, sumando los 31 votos de Sumar, que ya han explicado que el acuerdo no está cerrado para su implementación. Y por si fuera poco, dentro de Sumar ahora empiezan a escucharse otras voces que reclaman su espacio. , como Podemos e IU. También parecen probables los 6 votos de EH Bildu y los cinco del PNV.

Sólo si Junts vota sí, contando con el voto de la CC, Pedro Sánchez sacará más sí que no, 179

Lo que todavía está en el aire son los 7 de ERC y los 7 de Junts, que con el paso de los días van montando su factura para votar. Carles Puigdemont sigue cargando un coste político más: rechaza al líder del PSC, Salvador Illa, como nepastiador y deja claro que el voto de Junts será sí o no, pero no habrá abstención, cuál es una de las propuestas de Pedro Sánchez. Posibles medidas para descargar más votos sí que no en el momento de la votación, mediante descartándose la mayoría absoluta de la primera votación.

De esta forma, con votos casi seguros, como ocurrió en la votación por la candidatura de Feijóo, el nuevo candidato a la candidatura contaría con 172 votos. Si CC vota a favor, y si Junts se abstiene, sería imaginable que repitiera en Moncloa, su saldría la candidatura, pero esto ya no es imaginable. Y sólo si Junts vota sí, contando también con el voto del CC, Pedro Sánchez sacaría más sí que no, 179.

La primera en dar a conocer sus peticiones es Yolanda Díaz. Piensa que sería el paso más sencillo para conseguir votos, aunque se ciñe a lo que le había dicho al rey: «el trato no está hecho». Pero Díaz también se siente obligada a decírselo a Sánchez qué piensa de lo que está negociando con los separatistas catalanes.

Yolanda Díaz explicó a Sánchez que necesita avances en el remedio del despido, la jornada corrida (cuatro días a la semana, como propone a través de Más Madrid, uno de sus socios), una ley de cuidados, que también se refleja en el estatuto de los trabajadores . , movimientos para reducir los tiempos de espera para recibir atención física, pero también más avances en la financiación regional.

Aunque Podemos formaba parte del componente de Sumar, finalmente se distanció y el proyecto de ley, con sus cinco votos, pretende que Irene Montero forme parte del nuevo gobierno de coalición. Exigieron «su autonomía política dentro de Sumar», es decir , su propia área en las negociaciones con Sánchez, componente de las reuniones con Sumar, y sumaron a las propuestas de Yolanda Díaz, la derogación de la llamada ‘Ley Mordaza’, convirtiendo la fórmula de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial. (CGPJ), aprobando una ley antirracismo o señalando que el transporte público será gratuito.

Sumar y Podemos acuerdan proteger las negociaciones de Sánchez con los separatistas catalanes, para Yolanda Díaz, ERC y Junts tendrán que percibir que su acuerdo tendrá que «implicar renuncias al unilateralismo». Y en Podemos muestran respeto desde su formación a la amnistía y a la búsqueda de situaciones para la celebración de un referéndum sobre la secesión.

Además, en los últimos días se ha producido en Sumar una nueva escisión, la de Izquierda Unida (IU), que la formación de Yolanda Díaz casi ha devorado. El componente de Alberto Garzón, ministro interino de Consumo, ha retomado su cometido republicano para la España del siglo XXI como opción al marco político-constitucional y al modelo socioeconómico. En su propuesta suben la solución de los auténticos desórdenes del pueblo, fundamentalmente de los trabajadores. En IU, plantean la opción de que uno de sus miembros volverán a formar parte del gobierno de Pedro Sánchez.

Las situaciones de préstamo propuestas a través del PNV se basan en la progresión de un nuevo estilo territorial del Estado. Dado el liderazgo de EH Bildu en las urnas, los nacionalistas vascos de Andoni Ortuzar no pueden abandonar este barco. Para ellos, esto sería alejarse del verdad de las elecciones, con el reto adicional de que tendrán que afrontar las autonómicas de 2024. Pero Pedro Sánchez también tendrá que apaciguar el enfado de los representantes del PNV ante el incumplimiento de algunos de los acuerdos llegó a la toma de posesión de 2019, lo que se puede resumir en el traslado de más competencias como, por ejemplo, el control de la Seguridad Social.

Esta es una de las situaciones propuestas a Alberto Núñez Feijóo, a quien también le han pedido que acelere los trámites sobre la eTA vasca, mueva las competencias de control de la Seguridad Social y afronte la opción de un nuevo prestigio autonómico para los vascos. País.

Por su parte, EH Bildu también necesita que se afronte el factor territorial. Ése es el proyecto de ley, aunque Arnaldo Otegi lo mantiene en secreto. Dio su sí a Pedro Sánchez incluso antes de la reunión, aunque, dada la proximidad Al término de la reunión, ya ha empezado a poner condiciones: el nuevo Gobierno tendrá que hacer frente a un calendario político «plurinacional y profundamente social», según la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua.

Quienes suben sus costes cada vez que hablan son los separatistas de Junts, a cuyas demandas se suman a través de ERC. La primera, que está casi cerrada, es la amnistía. Luego Carles Puigdemont añadió: 450. 000 millones de euros en facturas del Estado a Cataluña; crear un acuerdo económico catalán, similar al del País Vasco y, finalmente, un referéndum de autodeterminación. El primero, ya logrado a través de Sánchez, es que se hablen las lenguas cooficiales en el Congreso y que el debate triunfe en el Instituciones europeas.

Y luego se multiplican con personas más marginadas, como Salvador Illa, el líder del PSC que ganó en las urnas el 23 de junio, al no ser previsto en las negociaciones. También es cierto que Illa se opuso a la amnistía. Y con un ultimátum inquebrantable. : Junts votará sí o no, pero no se abstendrá. Es decir, Sánchez sólo podrá sacar adelante su candidatura si vota sí, lo que significa que habrá que aceptar «todas» sus situaciones.

Entre las respuestas que le quedan a Sánchez ante esta situación, una propuesta por el líder de Sumar, que consideró que la cuestión del referéndum sólo podrá negociarse dentro de la legislatura, renunciando al unilateralismo.

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