«Israel es la comida como arma de guerra frente a la población palestina»: Paula Gaviria, relatora de la ONU

Shaima, de 8 años, espera su turno para recibir comida en Rafah, en el sur de Gaza.

Además del peligro de muerte o heridas por los bombardeos israelíes, la población de Gaza enfrenta -según agencias de ayuda- otro grave riesgo: la hambruna.

Según la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (IPC), una iniciativa de las Naciones Unidas y otras agencias humanitarias que analiza la gravedad de las crisis de seguridad alimentaria en todo el mundo, más de un millón de personas en Gaza están en peligro. 5, que establece “condiciones catastróficas”, la amenaza más grave de hambruna.

La fase cinco se caracteriza por «hogares que enfrentan una escasez excesiva de alimentos y una capacidad reducida para hacer frente a la situación».

En una declaración conjunta, ocho relatores de la ONU acusaron a Israel de «destruir la fórmula alimentaria de Gaza y los alimentos como arma contra la población palestina».

Las notas que del resto de personas en el mundo que enfrentan hambrunas o hambrunas catastróficas, el 80 por ciento están en Gaza.

Fin de Recomendamos

La BBC pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel una reacción al comunicado de los relatores, y el gobierno israelí respondió con una declaración emitida por su embajada en Ginebra.

En él, Israel afirma que está «en guerra contra Hamás y no contra el resto de los palestinos» y señala que «afirmar que Gaza constituye ahora el 80% de los otros pueblos que enfrentan la hambruna en el mundo no es más que» simplemente desinformación flagrante. «

Derechos de autor de la imagen OIM

Paula Gaviria Betancur es abogada de derechos humanos y relatora de Naciones Unidas para los derechos de los desplazados internos.

Más de cien días después del inicio de la ofensiva israelí en la franja, los ataques aéreos y terrestres han matado, según el Ministerio de Salud de Gaza, a más de 25. 000 personas, además de más de 10. 000 niños, además de casi 60. 000 heridos. .

Israel lanzó su ofensiva tras los ataques de Hamás del 7 de octubre que mataron a cerca de 1.200 personas en el sur de Israel, según autoridades israelíes. Más de 100 de los 240 rehenes que fueron secuestrados y llevados a Gaza siguen en cautiverio.

BBC Mundo habló con una de las relatoras de la ONU que firmó el acuerdo para que Israel emplee los alimentos como arma de guerra, la abogada colombiana de derechos humanos Paula Gaviria Betancur, relatora de la ONU sobre los derechos de los desplazados internos.

En su declaración, los relatores de la ONU dicen que «todos los habitantes de Gaza tienen hambre y la hambruna es inminente». ¿Puede hablarnos sobre el terreno?

La situación en Gaza es quizás la crisis humanitaria más grave que hemos presenciado en los últimos tiempos, ya que empeora cada día a un ritmo nunca antes observado.

Vemos el número de muertos, el número de heridos, el número de personas desplazadas y ahora el número de personas hambrientas aumentando cada vez que te levantas o abres la computadora, justo delante de nuestras narices, como decimos en español.

El escenario es crítico. No hay atención, cobertura ni garantía para la población civil.

Cuando Israel dio a la población 24 horas para evacuar al sur en octubre, ahí nos empezamos a dar cuenta que la protección a la población civil era nula.

La falta de acceso a ayuda, las pocas oportunidades que se han abierto para la entrada de camiones y la dificultad para que llegue la ayuda a la par de los constantes bombardeos, además de las afectaciones a los hospitales, pues todo esto hace que la vida en Gaza sea imposible.

Fuente de la imagen, Getty Images

Tiendas de campaña en Rafah, al sur de Gaza, en pleno invierno. La gran mayoría de los 2,3 millones de ciudadanos de Gaza se han visto obligados a huir de sus casas en medio de la destrucción.

El IPC dijo en su último análisis sobre Gaza que más de un millón de personas ya se encuentran en la fase cinco de una hambruna catastrófica. ¿Podría hablarnos en particular sobre la comida?

Lo que nos dicen las personas en terreno y las agencias humanitarias es que hoy en día toda persona que habita la Franja de Gaza se acuesta con hambre, que los padres, las madres, tienen que escoger entre comer ellos o comer sus hijos.

Varios expertos de la ONU han hecho una docena de declaraciones desde el inicio de esos ataques y agresiones a través de Israel.

Y necesito dejar claro que obviamente, como dijimos al principio, y seguimos haciéndolo cada vez que hablamos, deploramos el ataque de Hamás y pedimos la liberación de las personas secuestradas.

Porque también hay estadounidenses y familias que sufren y cuyos derechos humanos también son violados. Quería explicar eso.

Los expertos en la materia dicen que de los diferentes estudios que se han hecho sobre riesgos de hambruna, sobre todo en países de África, algunos de América Latina, nunca se había visto una crisis o un riesgo de llegar a hambruna de esta magnitud y severidad, y que creciera tan rápido.

La población de Gaza es de 2,3 millones de personas, y ya estamos logrando dos millones o más de personas, o casi el 90% de la población, que están desplazadas, lo que se reduce a una cuarta o tercera parte de la Franja, que está absolutamente superpoblada en situaciones precarias de escasez. salud e higiene y falta de alimentos.

Entonces, el IPC lo que quiere es alertar, porque cuando ocurre la hambruna ya es muy tarde y por eso marca estas cinco fases para prevenir y actuar con urgencia.

¿Cuál es la situación de los niños? UNICEF advirtió que el número de niños menores de 5 años con diarrea se disparó en una semana de unos 48.000 a más de 70.000, o sea, a diario más de 3.000 niños de esa edad pasan a tener diarrea.

Según UNICEF, es muy imaginable que el hambre sea ya la causa del retraso en el crecimiento, especialmente entre los niños.

O sea, el impacto en muchos niños y niñas de Gaza es ya irreversible, porque sus condiciones de malnutrición les están impidiendo desarrollarse plenamente, como lo podría hacer cualquier niño de su edad.

En el comunicado decimos que al menos 335.000 niños y niñas menores de cinco años estarían en riesgo de grave malnutrición. Y eso genera una vulnerabilidad de estos niños a enfermedades como la diarrea y, ahora en invierno, enfermedades pulmonares respiratorias.

Por la crisis hospitalaria, ya que apenas 12 o 13 de los 36 hospitales de Gaza siguen más o menos funcionando con todas las precariedades, esos niños no pueden ser atendidos porque hay que atender a los heridos, a la gente que está sumamente grave.

También existe un factor de aptitud pública total en cuanto a la imposibilidad de enterrar los cuerpos, la falta de agua para la higiene y el factor total de excrementos. Si a todo esto se suma el factor del hambre, aumentan los peligros para la aptitud y la vida.

Fuente de la imagen, © UNICEF/UNI485697/El Baba

«El impacto en muchos niños y niñas de Gaza es ya irreversible, porque sus condiciones de malnutrición les están impidiendo desarrollarse plenamente».

Los relatores señalan que Israel “está destruyendo el sistema alimentario de Gaza y utilizando los alimentos como arma contra el pueblo palestino”. ¿En que se basan para esa afirmación?

Estamos hablando de lo que muestran los hechos, de lo que nos deleita cada día, porque gracias a los sabuesos que asumen peligros impresionantes en sus propias vidas y a otras personas que informan el escenario de la manera más productiva posible frente a las comunicaciones. bloqueo, obtenemos datos que nos permiten ver que, efectivamente, otras personas se van a la cama con hambre.

Vemos la falta de acceso a los medios de producción, para seguir pescando, para domesticar la tierra, la falta de acceso a productos fundamentales para alimentarse que tenían antes, la falta de agua o gasolina para cocinar. son hechos.

Y el factor de los hospitales y los muertos y heridos son hechos que vemos y que se documentan día tras día.

Lo que decimos los ponentes es que Israel, al destruir el sistema alimentario de Gaza, convierte los alimentos en un arma de guerra contra la población palestina.

Esto, en combinación con los bloqueos y la falta de ayuda humanitaria, constituye un crimen de guerra en el sentido del Estatuto de Roma y los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra.

Los ponentes no somos jueces, practicamos y damos las cosas según lo que prescribe el derecho extranjero en los protocolos y estatutos.

Y cabe señalar que antes del 7 de octubre, la mayor parte de la población de Gaza ya dependía de la ayuda humanitaria y se había impuesto un bloqueo de 17 años a la Franja de Gaza.

Fuente de la imagen, © UNICEF/UNI488853/El Baba

Una madre prepara lo que puede para su familia en Rafah.

En su comunicado, los ocho relatores de la ONU afirman que “Israel está destruyendo y bloqueando el acceso a las tierras de cultivo y al mar”. Citan “informes recientes de que desde el 7 de octubre cerca del 22% de las tierras agrícolas en el norte de Gaza han sido arrasadas por las fuerzas israelíes”. Y mencionan informes de que Israel ha destruido “aproximadamente el 70% de la flota pesquera de Gaza”…

Israel no está destruyendo casas y lugares públicos con sus ataques aéreos y terrestres.

Ya lo dije en mi pronunciamiento inicial de octubre cuando Israel dio la orden de evacuación. Según el Derecho Internacional Humanitario, esas evacuaciones constituían traslados forzados de la población, no eran evacuaciones que tuvieran en cuenta a la población ni el deber de precaución ni la proporcionalidad que se exige para que sean evacuaciones legales.

En este caso son arbitrarios, ilegales, no cuentan con la voluntad de los demás y los evacuados no tienen casa a la que regresar ya que la mayoría de ellas han sido destruidas.

La falta de protección a la población y los ataques indiscriminados afectan además todo lo que esté cerca. Y ahí están todos los medios de producción, las bodegas donde se guardan los alimentos están destruidas, las máquinas con las que se procesan los alimentos están destruidas.

Además, percibo que el territorio también se ve afectado por los bombardeos, por todo lo que implican los restos de guerra, que son profundamente contaminantes. Y eso va a ser lo que se querrá medir más adelante: los efectos medioambientales.

BBC Mundo pidió a la Cancillería israelí una reacción ante la serie de relatores de la ONU, El ministerio respondió con un comunicado difundido a través de la embajada de Israel en Ginebra que decía:

“783 millones de personas padecen hambre crónica en todo el mundo. Afirmar que Gaza constituye ahora el 80% de quienes enfrentan la hambruna en todo el mundo no es más que desinformación descarada”. ¿Qué responde usted?

Cuando hablan de más de 780 millones de personas que padecen hambre crónica, se refieren a un informe publicado sobre seguridad alimentaria, el Informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria, un informe publicado a través de la FAO y otras organizaciones de todo el mundo para medir lo que está sucediendo. que estamos logrando en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de 0 hambre.

Y allí, el indicador que utilizan es la prevalencia de la desnutrición. Se trata de una estimación de la proporción de la población cuya ingesta habitual de alimentos es inadecuada para suministrar el poder nutricional necesario para una vida sana.

Cuando decimos en nuestro informe que el 80 por ciento de los que enfrentan una hambruna catastrófica en el mundo están en Gaza, nos referimos a los datos del IPC, que mide la amenaza de hambruna.

La reacción de Israel se refiere a cualquier otra cosa. Son medidas comparables.

Para el IPC, cuando está en la fase 5, es cuando las familias se ubican en una carencia excesiva de alimentos, luego de observar la situación. Es decir, lo han intentado todo, y sin embargo continúan en una carencia excesiva de alimentos y Los peligros del hambre y la muerte son evidentes.

Además, debido a la escasez, los costos han aumentado y otras personas no tienen efectivo para comprar lo que pueden porque los costos son muy altos.

Lo que ocurre aquí es que existe una amenaza de hambruna.

Y en mi vida como defensora de derechos humanos he entendido que la prevención es una prioridad, que no habrá que pasar a lo excesivo donde decretamos que no hay nada más que hacer. Con Gaza, estamos en ese límite. . Tendremos que actuar ahora antes de que sea demasiado tarde.

Fuente de la imagen, © UNICEF/UNI495572/ZAGOUT

Más de medio millón de personas en Gaza se encuentran en la fase de hambre catastrófica, la más grave de riesgo de hambruna, según el IPC.

En su reacción a los relatores de la ONU, Israel también señala que «antes del 7 de octubre, un promedio de 70 camiones con alimentos entraban a Gaza diariamente, y en las últimas dos semanas, un promedio de 109 camiones con alimentos han entrado».

El secretario general de Naciones Unidas lo dijo ya al principio, cuando no había ninguna entrada de ayuda. Dijo que antes del 7 de octubre entraban de manera regular al menos 500 camiones de ayuda diarios a Gaza. Eso ya está establecido. Esa es la realidad que se vivía antes.

Estos 500 camiones contenían alimentos y medicinas.

Además, ahora es uno que tiene muchas restricciones. Los camiones tienen que pasar inspecciones por el ejército, hay una serie de equipos que no pueden entrar, hay muchas restricciones y retrasos, cuando la ayuda humanitaria es urgente.

Así que lo poco que llega no es fastArray ni sin restricciones, y evidentemente es insuficiente.

Fuente de la imagen, © UNICEF/UNI488858/El Baba

Una joven intenta protegerse del fuerte hedor causado por la falta de saneamiento en Khan Yunis, en el sur de Gaza.

Los relatores afirman que Israel “impone consciente y deliberadamente… tasas máximas de enfermedad… y desnutrición”. ¿Qué pretenden comunicar sobre la intencionalidad?

Como relatores, dependemos de los datos que obtenemos de la asistencia humanitaria sobre el terreno y buscamos corroborar los datos que nos llegan de otros recursos para que podamos decir lo que decimos.

Y luego aquí hay hechos que nos muestran la destrucción de los hospitales, de todo lo que tiene que ver con la salud, con la alimentación, con la opción de sustento.

Esto es lo que también he dicho en varias declaraciones: falta cobertura de la población civil, añadiendo la que obedeció órdenes de evacuación, lo que Israel considera un medio de cobertura.

Pero esas son órdenes de evacuación que no cumplen con las condiciones para asegurar que no sean ilegales: no son voluntarias, no son temporales, no lo son y al final la población del norte que se ha ido al sur no tiene adónde regresar. .

Esa falta de protección, ese descuido frente a la población civil que hace que la vida en Gaza sea invivible, pues nos lleva a concluir que es deliberada en nuestro parecer la falta de protección a la población civil, la falta de precaución por parte de Israel.

Los civiles, por los acontecimientos, las muertes, los heridos que vemos, son un objetivo.

No hay nada que llame la atención. Lo que estamos viendo es todo lo contrario.

Derechos de autor de la imagenImágenes falsas

La amenaza de hambruna se ve exacerbada por el hundimiento de la fórmula de aptitud física debido a los bombardeos. «Sólo 12 o 13 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando en condiciones más o menos precarias».

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