La corresponsal de la cadena CBS para la Casa Blanca, Paula Reid, compartió el protagonismo de la rueda de prensa con el mismísimo Trump al reprocharle que “no se habían hecho las cosas bien”, tal y como sostiene el presidente norteamericano: “No lo usaste para preparar hospitales. No lo usaste para aumentar las pruebas. En este momento, casi 20 millones de personas están desempleadas. ¡Decenas de miles de estadounidenses están muertos!”
Pero Trump no se amedrentaba y entraba en un insólito cuerpo a cuerpo en el que llegó a decir que la actuación de la periodista era “vergonzósa” y que estaba cubriendo la información sobre el coronavirus de manera “falsa”, acusando a su cadena de noticias de difundir fake news.
Algo así pasaba también con los corresponsales de otros medios, como el New York Times que han publicado en las últimas horas que Trump tenía informes desde enero que le recomendaban tomar medidas ante la llegada de la pandemia pero que el presidente americano desoyó. Algo que la Administración estadounidense califica también como noticias falsas.
Mientras todo esto ocurría, una de las cadenas que mayor oposición frontal ha mostrado durante toda la primera legislatura de Trump, la CNN, sorprendía a sus espectadores rotulando la comparecencia con mensajes cargados de intencionalidad. “Enfadado Trump durante la comparecencia de propaganda”, “Trump utiliza la reunión informativa para tratar de reescribir la historia sobre la respuesta del coronavirus” y “Trump se niega a reconocer cualquier error”, se podía leer.
Justo en el otro extremo, la cadena conservadora Fox News, mostraba unos rótulos totalmente diferentes en los que se acusaba a la prensa de “brutalizar” a Trump y en los que incluso daban por buenas las descalificaciones a los medios que han publicado informaciones contrarias a la Administración estadounidense: “Trump: la historia de New York Times es “totalmente falsa”.