Lucile Randon, una monja francesa identificada como la usuaria más longeva del mundo, murió a los 118 años en la casa de retiro Sainte-Catherine-Labouré en la ciudad de Toulon.
La hermana André murió a las dos de la madrugada (hora local) mientras dormía, dijo el portavoz David Tavella. Y agregó que «para ella es una liberación»; desde su deseo de «conocer a su querido hermano».
Durante su vida, Randon fue instructora e institutriz de jóvenes de familias ricas. Vivió dos guerras mundiales, aunque era una niña cuando estalló la primera. Además de la pandemia de covid-19, superó a la gripe española de 1918.
Se ordenó monja a una edad avanzada, a los 40 años, después de convertirse al catolicismo a los 19.
“Hay mucha tristeza, pero ella buscó que sucediera. Era su deseo fichar por su amado hermano. Para ella, es la libertad”; añadió Tavella.
Nótese que sor André nació bajo el nombre de Lucile Randon el 11 de febrero de 1904; es decir, en pocas semanas habría cumplido 119 años.
Con maravillosa tristeza y emoción me informan del fallecimiento esta noche de nuestra Decana de la Humanidad #SoeurAndré en el @ehpadscl de #Toulon a los 118 años. pic. twitter. com/R2HWrnyLkB
— Hubert Falco (@hubertfalco) 17 de enero de 2023
En abril de 2022, Guinness World Records publicó un artículo sobre la vida de Randon, en el que dedicó gran parte de su vida al servicio en la iglesia y al cuidado de niños durante la Segunda Guerra Mundial antes de adaptarse a una monja católica.
Posteriormente, cuidó a huérfanos y los en un hospital durante 28 años. Guinness la ha señalado como la monja más vieja que jamás haya existido.
La larga era de la vida de Sor André le permitió presenciar el control de 18 presidentes de Francia y ver cómo 10 papas iban al Vaticano presidiendo la Iglesia Católica.
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