Durante las últimas y recientes fiestas de San Isidro se celebraron 26 corridas de toros en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. ¡Ni en una sola corrida se ha dejado ver a la reina Sofía, que desde hace nueve años!no acudía a una corrida de toros. Su ausencia en este tipo de fiestas de cumpleaños se debe más a su consecuente actitud ecologista que a un rechazo a la llamada Fiesta Nacional. Ni a Letizia que sólo ha puesto un pie en los ruedos desde. . . ¡cuatro!reanudaciones en 20 años. La última vez, en 2009, cuando presidió la Carrera de Prensa. Anteriormente, en 2008, en la carrera Benéfica y en 2006 en alguna que otra carrera de Prensa. Y en su noviazgo, por méritos, acompañó a su prometido, el príncipe Felipe, a una corrida de toros en 2003. Esto es lo único que tiene en común con su suegra real.
Es cierto que el actual Rey Felipe VI tampoco es un aficionado a los toros. Al igual que el Rey Juan Carlos (sí, el rey), que tiene un amor a los toros a lo Hemingway. Felipe, que ha mantenido una actitud ambigua hacia las corridas de toros, era Se hizo notar por primera vez casi un año después de ser proclamado rey, asistiendo a la corrida de la feria de San Isidro desde la barrera de la línea 1, acompañado por el torero Eduardo Miura y su entonces líder. Casa Jaime Alfonsín.
La aversión de las reinas de España al toreo no es nueva. Como ya he dicho varias veces, existe un precedente en la usuaria de la reina Victoria Eugenia, esposa del rey Alfonso XIII, cuya asistencia a la plaza de toros era un deber doloroso y peliagudo. eso la llenaba de horror. Pero sabía que mostrar su disgusto no era precisamente lo que merecía hacer, aunque no lo ocultara, con una sonrisa muy forzada que delataba su terrible sentimiento, la íntima repugnancia que sentía ante lo que ella llamó «un holocausto impasible». Y como mujer inteligente que era, descubrió una solución que ella misma me reveló en este inolvidable intercambio verbal de siete horas en su apartamento de Lausana.
Durante esta entrevista, a veinte días de su muerte, me recordó el regalo que le hizo su marido, el rey Alfonso.
Y es que en aquella época los festejos taurinos eran mucho más cruentos que hoy, sobre todo en lo que se refería a los caballos, que salían a la plaza sin corazas. Se empezaron a utilizar y bajo la influencia de la Reina en 14 de febrero de 1928, cuando el Ministro del Interior Martínez Anido los declaró obligatorios en puestos de primera y en todo tipo de puestos a partir del 21 de junio de 1928.
No digamos que el matrimonio del rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia se celebró el 31 de mayo de 1906. Y aquel día quedó con horror en su memoria:
Cuando le pregunté cómo soportaba tanto sufrimiento al ver esos caballos destrozados a golpes cada vez que la obligaban a asistir a una corrida de toros, como mujer inteligente que era, descubrió una solución que me reveló personalmente esta inolvidable entrevista, una solución que me sorprendió y me divirtió:
Este truco la salvó del sufrimiento, ya que nunca volvió a ver cómo los toros destrozaban los caballos que tanto disfrutaba. Como ocurrió en la última corrida sin coraza el 27 de agosto de 1927 en Almería, donde se enfrentaron los toros de Alipio Pérez Tabernero, apuñalados. por nada menos que Marcial Lalanda y en el que un toro de esta finca mató… ¡3 caballos!El toro llamado Corredor.
Según él, la nieta le echó «todo lo que pilló» en la cabeza durante la fase de su relación.
La hermana y su marido acudieron a la Feria del Libro de Madrid para firmar la novela El cuarto poder (Ediciones Agoeiro), que escribieron juntas. ¿Se lo compró Ella en su escala en la Feria?
Se dice que su misma palabrota de siempre «jolines» (así lo llamaban sus amigos). Pero también eran comunes «pendejos» y «hostias». Hasta que una de sus cuñadas le pidió que moderara su lenguaje.
Malos tiempos para él, que aún no puede señalar uno de los caprichos de Pedrito. «Tendrá que tragarse el sapo y señalar» (dice Eduardo Álvarez).
Es curioso que la voz que se ha escuchado hablar bien de él sea la del primer marido de su ex. «Es un tipo que ama profundamente a España».
¡Qué casualidad!: el décimo aniversario de la abdicación del rey Juan Carlos (sí, el rey) coincide con la estancia de Felipe en El Salvador, la toma de posesión del nuevo presidente Bukele.
El 2 de junio de 2014, Felipe también estuvo en El Salvador para la toma de posesión del presidente Sánchez Cerén. Ese día, Mariano Rajoy hizo un pronunciamiento institucional pronunciando su abdicación.
Es uno de los pocos españoles que admite estar sumamente contento con este gobierno progresista.
El destacado extorero asesor taurino de Felipe en la última corrida de la Prensa, un evento de primer nivel, y su hija el símbolo del cartel de la Feria de San Isidro.
Uno de los críticos gastronómicos de mayor prestigio ha calificado de «muy malo» el último restaurante inaugurado en Madrid, Las Salesas.
El caso es que ser famoso o ser marido y yerno de mujeres destacadas es suficiente para suministrar alimentos inteligentes. La gastronomía es cualquier otra cosa, querida.
De acuerdo con su forma de pensar o por temor al pitido que le hubieran pitado, no acompañó a Felipe en la carrera de prensa como hubiera sido requerido. Su ausencia fue calificada de impactante.
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