López Obrador: hinchas, premios y palacios. forajidos fieles; rivales malcriados

De esas giras, como ya sabemos, a Andrés Manuel López Obrador le encantan. En las que una parte del pueblo lo ama y lo cobija con la palabra «es un honor estar con López Obrador» y algún otro componente de la ciudadanía. lo reclama y se impone a las discrepancias respondiendo a las protestas con palabras cortas, pero de efecto seguro en sus seguidores, aunque sean respuestas ambiguas que no pasan por las costumbres de lo legal. Así llegó a Sinaloa a dar un nuevo impulso al gobernador Rubén Rocha y, de paso, al alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros.

Genio y figura de largo plazo, animó a decir que él no tuvo nada que ver con la destitución con sesgo político para salvar al exalcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, quien a la vez enfrenta ladrones judiciales. Caso Azteca Alumbrado y solicitudes de juicio político ante el Congreso estatal, amenaza especular que «esto es un asunto de Sinaloa». desánimo a los del movimiento «Aquí No».

Y en unos ajustes mostrados desde el 1 de diciembre de 2018 a la fecha, ha convertido a sus antiguos leales en entidades poco confiables y de quienes desconfiaba en el más allá ahora merecen sus afectos. Ver a Jesús Estrada Ferreiro suplicando una cita con el presidente, en su escenario como un exalcalde de Culiacán que fue expulsado del lugar de trabajo vía juicio político y que está vinculado a un proceso de justicia, mientras que a diferencia del presidente municipal de Ahome, a quien antes de las elecciones de 2021 los morenistas la odiaban, ahora AMLO se lo lleva en sus brazos en público y la foto se desplaza a través de las redes sociales.

Sin duda, en la cuarta transformación, el concepto de hacer política ha mutado y su mayor ejecutor es el presidente que hace las esporádicas rondas donde confronta a sus críticos, libera a los señalados para tener efectos en el país en otras tácticas y no genera El abrazo fuerte de personajes que él mismo criticó antes, directa o inconscientemente, considerando que eran parte de gobiernos corruptos, lamenta.

¿Por qué la reacción trivial de que la renuncia-rescate de «El Químico» se hizo localmente y no a nivel federal?¿Cuál es la explicación del cambio de actitud hacia la planta de amoníaco, que luego de largos periodos de irresolución ahora es presentado para convertirse en realidad, pase lo que pase?¿Cuál es el objetivo de la foto donde aparecen López Obrador, Rocha Moya y Vargas Landeros cuando otros asumen que el detalle de la casa no tiene compatibilidad con la 4T?La única respuesta a las 3 preguntas sería que el presidente López Obrador ya está en campaña y desea tantos aliados como se pueda imaginar para que su partido retenga la presidencia de la República.

La otra lectura que se le puede dar a la permanencia de AMLO en Los Mochis, invitado a través de Vargas Landeros, según el mandatario nacional, y presencia en la supervisión en Sinaloa del plan de idoneidad del IMSS Bienestar Sinaloa, significa la aprobación del pasante por cinco días después de la crisis política desencadenada a través del tuit que Rocha Moya publicó el 25 de octubre pronunciando que el alcalde de Mazatlán, a punto de pasar a juicio por honorarios que se le oponen, lo nombró secretario de Estado de Turismo.

El mandatario llegó a reconocer en Rocha que Sinaloa es el primer estado de México en ampliar el programa de pensiones para otras personas con discapacidad, comprometiéndose el gobernador a cumplir con el 50% de la cantidad, y el gobierno federal aportará el resto 50%, dándole póliza para otras 500. 000 personas de la entidad. Esto tiene como efecto mitigar la guerra de palabras que desencadenó el nombramiento de «El Químico» al frente de Turismo, un movimiento telúrico cuyo final aún se desconoce.

El mandatario le trajo mucha energía e hígado a Sinaloa. Atribuyó el vigor a dormir una hora más por el cambio de horario que entró en vigencia y lo seguirá siendo para siempre, y sí, eso debió haber sido lo que lo animó a hacerlo. obtener casos judiciales de los ambientalistas que permanecen en el combate opuesto a la planta de fertilizantes; la convocatoria de la moción Somos Más que 53 por los derechos sindicales de la industria y las innovaciones en el trabajo docente, además de tener que ver la cara de angustia de Estrada Ferreiro y aceptar salir en la foto con Gerardo Vargas que en 2024 servirá como oro de piso para el mochiteco.

Si la investigación se enfoca en el presidente, tomará la decisión de que venga a Sinaloa cuando vea que hay víboras aulladoras o roedores arrasando la 4T. programas, han evitado visitar el estado en medio de casos conflictivos que estropearían su brillo privado y harían que los platos de mariscos se amargaran para disfrutar. Pero López Obrador tiene todo en el mismo combo: complacer a sus fanáticos, apaciguar a los descontentos y también sabor las riquezas culinarias de Sinaloa.

Dijeron que eran decentes

‘El Químico’ y Jesús Estrada,

y siendo lealtades,

Recluta nuevas serpientes.

Tendrá que haber algo para reparar a los demás sinaloenses cuando el presidente del Consejo de Coordinación Política, Feliciano Castro Meléndrez, insista en que las solicitudes de empeño contra el exalcalde de Mazatlán pasarán por la vía legislativa adecuada, y el fiscal Sara Bruna Quiñonez Estrada apunta cada vez que el expediente de investigación abierto a Luis Guillermo Benítez Torres acarrearía las máximas consecuencias legales. ¿Será imaginable tal mirada de passod en el Congreso y la FGE?Pronto sabremos si el presunto culpable goza de pena o de mayor impunidad. .

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