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Nuevos puntos centrales sobre la captura de Margaret Chacón Zúñiga, sospechosa de estar involucrada en el homicidio del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, fueron dados a través del ministro salvadoreño de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, poco tiempo después de que la mujer cayera en manos de la Central. autoridades del país americano. este miercoles.
(Le interesa: Fiscal Pecci siguió a través de Instagram; los hermanos Pérez aceptaron la acusación de homicidio)
“Hemos ganado datos de Interpol Colombia sobre la opción que tiene en su suelo uno de los otros implicados en este cobarde asesinato, que sorprendió a toda Sudamérica. Se hicieron las investigaciones y, efectivamente, tuvimos el acceso de este ciudadano” en El Salvador, aseguró Villatoro.
Junto a Chacón Zúñiga, de 42 años, y esposa del narcotraficante Andrés Felipe Pérez Hoyos, recientemente capturado junto a su hermano por el mismo caso, también fue detenido el salvadoreño Wílber Huezo, de 47 años, acusado de ocultarla en el país.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, tuiteó que «El Salvador será un refugio para delincuentes». «Toleraremos que El Salvador sea un refugio para delincuentes», dijo Villatoro.
“Quizás simplemente impidamos apoyar al país hermano de Colombia con este evento”, dijo Villatoro, al explicar que el colombiano detenido ingresó al país el 26 de mayo de 2022, doce días después del asesinato de Pecci.
Villatoro confió en que, desde entonces, el colombiano Chacón Zúñiga «ha hecho otro a otros países latinoamericanos, a excepción de Colombia».
El detenido colombiano se presentó en la sede de la policía salvadoreña, donde su director, el comisario Mauricio Arriaza, dijo a la prensa: “Margaret está a disposición de los policías colombianos, para que puedan enfrentar la justicia”.
La investigación por el homicidio de Pecci aún no ha descubierto a los autores intelectuales del crimen. Estados Unidos presentó un elogio de cinco millones de dólares a quienes brindaron datos sobre los responsables.
Pecci, que se especializa en crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, había investigado pandillas en Brasil, así como lavadores de dinero libaneses en la triple frontera de Paraguay, Brasil y Argentina.
También enumeró casos de alto perfil como el secuestro y homicidio de la hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas (1998-1999) en 2005 y el enjuiciamiento en 2020 del astro del fútbol Ronaldinho, detenido en Asunción por falsificación de documentos.
El fiscal paraguayo fue asesinado a tiros el 10 de mayo en la isla caribeña de Barú, cerca de Cartagena, donde estaba de luna de miel con su esposa embarazada.
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