Óscar Sevilla, un colombiano de Albacete

Si alguien no conoce a Óscar Sevilla y le oye hablar por primera vez, nunca pensará que nació en Ossa de Montiel (1976) en la provincia de Albacete. Habla con complemento y expresiones colombianas tras catorce años de vivir en este país.

“Me siento muy español, España y Ossa de Montiel son mi tierra, mi hogar, pero en Colombia descubrí el cariño en todos los aspectos, deportivo, personal, emocional”, explica. “Llegué a Colombia por casualidad, para una carrera con el equipo Rock Racing, de los Estados Unidos», y nunca se fue.

Regresó a España para competir en el campeonato nacional, pero regresó para establecerse en Colombia con Yvone, su esposa. Ella es colombiana. La conocí en Suiza hace años, pero la volví a encontrar allí. Él vivía en Santa Mónica en ese momento. , con el equipo Rock Racing. Seguí corriendo con ellos durante dos años, tengo un espacio en España, sin embargo me quedé en Colombia sin pensarlo. No planeé nada, fue un día, me gustó el cariño de la gente. , la forma en que vivimos la vida, aunque haya cosas que mejorar. Pero ninguna posición es muy buena y hay más cosas positivas que negativas, el cariño de la gente, el precio que le ponen a la vida en cosas innegables”, dice el ciclista español.

“Somos más pesimistas, tendremos que aspirar a mejorar nuestro estilo de vida, lo inteligente es mejorarlo, pero sin ser desagradecidos. A veces no ponemos precio a lo que tenemos en el día a día. En Colombia eso lo aprendí de muchos otros gente, otra gente muy humilde, no pobre, pero muy humilde, que valora mucho más la vida que otra gente que tiene mucho más dinero que ellos, porque disfruta esos momentos», explica.

En Colombia descubrió su casa y hasta pensó en encajar con un nacional colombiano. “En el 2012 o 2013 estuve en mi mejor momento, gané la Vuelta a Colombia, las Clásicas, yo muy fuerte, me veía muy inteligente y buscaba hacer este recibimiento en Colombia y correr con la camiseta colombiana un Panamericano, un Mundial. . . Pedí la ciudadanía pero no fue fácil, hubo documentos que no me permitieron y hasta el día de hoy no he insistido más”, dice.

Los colombianos han descubierto en él a un maestro. “ Eso me lo ha dicho mucha gente y para mí es una alegría. Llegué a Colombia y reemplacé un poco el ciclismo en cuanto a entrenamiento, logística, forma de correr, profesionalismo. Array”, dice. Un ejemplo de esos ajustes es el advenimiento del ciclismo contrarreloj en el ciclismo colombiano, que aún tiene un factor destacable en la contrarreloj. “No me olvido de una contrarreloj de 25 kilómetros, más o menos, con un desnivel final de 4 kilómetros llanos. Pero una contrarreloj como las que hemos corrido, con una moto de contrarreloj, con mis ruedas, con todo, y un jefe de equipo me decía un proverbio colombiano, «te vas a enterrar», no te vas a para poder andar en moto. Mi experiencia me dijo que sí, que podría simplemente enterrarme porque estaba teniendo un mal día, pero era la motocicleta correcta y puse el tiempo durante aproximadamente dos minutos y medio. La diferencia es que ellos andaban en motocicletas generales, no que yo fuera más potente que ellos. A partir del año siguiente, todo el mundo corría contrarreloj con una moto”, cuenta.

Sevilla también ha ayudado a remplazar la mentalidad del ciclismo colombiano. “Les hice ver que todos somos humanos, que a todos les duele la pierna, que hay que informarse de otras cosas, de otras culturas, salir en el sentido de separándose del útero de su madre. Ahora se ha vuelto mucho mayor y creo que los he ayudado a construir ese impulso», dice.

“Creo que he dado un nuevo paso en entusiasmo, profesionalismo, también hacia los asistentes. No es que lo hayan hecho mal, pero simplemente copié lo que aprendí en Europa. Los desayunos, la comida. Estaba pensando cómo pueden ser tan inteligentes con lo que comen. Desayunaban donuts, que son como churros, cosas grasosas, y les sustituía un poco comer más limpio, más sano y no tomar gaseosas”, añade. . Y luego hacer ejercicio, porque para ganar hay que hacer ejercicio, no se pierde y el sacrificio tiene recompensa. Enséñeles cómo hacer ejercicio y cómo usar la tecnología, con los vatios, el monitor de frecuencia central. Yo que muchos administradores me criticaron, «es la moda», decían. Y muchos de ellos me lo agradecen en privado. O muchos que me llamaban porque tenían nivel en una gran carrera al día siguiente y me decían «Óscar, ¿tú qué harías?». Me enorgullece al igual que ahora en el equipo de Medellín, me enorgullece poder ejercitar a los más jóvenes”.

Su pintura en el Team Medellín, el equipo que fichó a Supermán López, ganador de la Vuelta a San Juan, va mucho más allá del ciclismo. preparar a los chicos, entrenar, decidir que carreras van a correr, optar por que corredor va a estar en cada momento de forma. Me divierte, me ayuda a mantenerme con vida y quizás en algún otro equipo no podría hacerlo. No solo corro, también soy consciente de muchas cosas fuera de la motocicleta, pero similares al equipo, el material, las ruedas. Ahora somos colombianos y me ocupo de la forma en que Array de el hotel. Hago un poco de cada cosa y me da mucha vida porque no me deja caer en la monotonía. Y luego el entorno ciclista en Colombia. Pedalear en Colombia es un placer”, dice Óscar Sevilla.

Y no tiene pensado volver a España. No lo creo, en primer lugar por la climatología. No me olvido de la educación en invierno en Ossa de Montiel y no me gustó, la obligué. estaba cubierto, era una hora y media o dos y él estaba buscando en el reloj como si tuviera que cumplir con un horario. Me estoy riendo aquí «, dice. Y mientras te sigues riendo, sigues cabalgando. Ahora se me acaba la pasión, no por necesidad, se me acaba el amor por este juego y no lo necesito por obligación, al contrario. . El día que llegue ese momento, adiós. ”

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