Rusia ha apuntado al máximo aliado inquebrantable de Putin. Según el portal de noticias Iltalehti, que se hace eco de datos difundidos en Belaruski Gayun, un canal de Telegram en el que se publican valiosos datos del ejército, el Kremlin ordenó esta semana la liberación de hasta cuatro aviones no tripulados (drones) sobre Bielorrusia.
El último ataque conocido, explica el citado medio, habría tenido lugar el pasado martes 16 de julio, cuando un dron kamikaze tipo Shahed disparó en dirección a Bielorrusia y acabó estrellándose en la región de Gomel, en el sureste del país. Lukashenko es presidente del país desde hace 30 años.
No es la primera vez que un dron ruso entra en el espacio aéreo bielorruso. En el pasado se habían observado ocasionalmente aviones no tripulados en Bielorrusia, supuestamente con fines de reconocimiento. Pero en esta ocasión, según el grupo Telegram, esta nueva explosión no sólo confirma que no se trataba de un avión de reconocimiento sino que, según ellos, con casi toda probabilidad, era parte de un ataque dirigido a Ucrania.
Además del acceso a Bielorrusia de este novedoso dron procedente de Rusia, entre julio y el 16, hasta 3 aviones no tripulados rusos entraron en el espacio aéreo de la región bielorrusa de Homeli. Según el citado medio, Minsk respondió a todas esas incursiones enviando aviones de combate y helicópteros a la frontera.
Un experto del ejército consultado a través del portal de datos finlandés asegura que la caída de drones rusos en suelo bielorruso puede deberse simplemente a un error técnico del dispositivo o a los efectos de interferencias electrónicas introducidas desde Ucrania. Sin embargo, también subraya el concepto de que esos ataques con drones fueron programados a través de Rusia para galvanizar a Bielorrusia, crear un casus belli y justificar una mayor intervención militar en la región.