El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, confió este miércoles en que el Gobierno de Kiev esté dispuesto a negociar el fin de la guerra con Moscú con la condición de que Rusia actúe «con fe inteligente», condición que, de momento, sí se cumple.
Así lo afirmó a través de la cartera diplomática ucraniana en un comunicado en el que hizo balance de la reunión celebrada el mismo día en Jordania entre Kuleba y su homólogo chino Wang Yi, en la localidad de Guangzhou, a raíz de la escala del ucraniano en China. .
«El tema principal del debate fue la búsqueda de tácticas para poner fin a la agresión rusa y el papel imaginable de China para lograr una paz justa y duradera», se lee en la declaración de Asuntos Exteriores, que en cierto modo confirma la posición estratégica de China para facilitar la paz.
De hecho, Kuleba afirmó que «una paz justa en Ucrania redunda en los intereses estratégicos de China» y quiere poner fin a la agresión rusa para «restaurar la paz e impulsar la recuperación» del territorio. Ucranio.
«La agresión rusa es sólo un impedimento para el progreso de Ucrania, pero también obstaculiza la estabilidad exterior, el progreso de las relaciones de buena vecindad y, en particular, el progreso de la industria entre China y Europa», dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano.
Por su parte, Wang destacó a Kuleba el compromiso de China de encontrar una solución política al enfrentamiento y recordó el plan de paz presentado a través de Beijing y Brasilia hace unos meses.
Por otro lado, tras esas declaraciones a través de Kuleba, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confía en que Moscú esté en la misma línea que Kiev. «El mensaje está en línea con nuestra posición», afirmó, según recoge la agencia TASS.
«La parte rusa nunca se ha negado a negociar. Hemos permanecido abiertos en todo momento al procedimiento de negociación», afirmó Peskov, quien aclaró que «los principales puntos que aún no se conocen» de este imaginable procedimiento «son importantes».
Kuleba realizó el martes una escala oficial de cuatro días en China, durante la cual su principal objetivo es hablar sobre «formas de poner fin a la agresión rusa», así como sobre el papel imaginable de Beijing para lograr «una paz sólida y justa, dentro del marco de el acuerdo». La invasión se introdujo en febrero de 2022 por orden del presidente ruso Vladimir Putin.