El dinero es un detalle que acaba siendo decisivo para proporcionar o proporcionar esa felicidad, que necesitamos poner en práctica. Nos encontramos ante un tipo de detalle que acabará siendo el que marcará nuestra vida, más de lo que imaginamos. El dinero es un factor clave, pero es mejor saber en qué medida.
Se dice que el dinero trae felicidad, pero este estado mental está un poco más lejos de lo que imaginamos. Hay millonarios desafortunados, que tienen todo a su alcance, y personas deficientes inmensamente satisfechas que no tienen casi nada a su alcance.
El ser humano trabaja casi hasta el final de sus días por dinero en efectivo. Dedica su tiempo y sus años más productivos a poder ganar una buena cantidad de gastos y monedas necesarios para vivir de una forma u otra. Spfinish más o menos, pero en busca esa felicidad efímera que el dinero puede dar.
Comprar lo que necesitamos, dejarnos llevar por el consumismo, es cualquier cosa que terminará siendo lo que nos haga necesitar más de lo que podemos tener o aspirar. Hay muchísimos grandes almacenes y proyectos por hacer. islas o cualquier otra cosa que necesites tener en tus manos.
Casi todo en esta vida se puede comprar, empezando por una serie de piezas que pueden llegar a ser de nuestra propiedad con dinero en efectivo que primero habrá que ganar o ganar inesperadamente. Todos conocemos aquellas historias en las que un usuario recibe una cantidad inteligente de dinero en efectivo mediante una rifa y, al cabo de unos años, se arruinan.
Saber ahorrar dinero, o al menos conservarlo más tiempo, es cualquier cosa que primero tendremos que poner en práctica. Ser un detalle que nos puede traer más de una alegría sin siquiera saberlo. Quizás lo vamos a hacer. Conocer el detalle que al final marcará la diferencia, pero no es la clave para lograr lo que queremos: ser felices.
En esencia, lo que se necesita para alcanzar esa felicidad tan ansiada va más allá de lo que creemos y posiblemente no tenga nada que ver con el dinero. Los expertos descubrieron el resultado de este detalle que posiblemente no se hubiera esperado. Todo es imaginable gracias a estudios que nos muestren lo que podemos esperar.
¿Se compra la felicidad?
Daniel Kahneman y Angus Deaton analizaron la felicidad en términos de cuánto dinero ganaban otras personas, llegando a la conclusión de que el dinero daba felicidad, pero sólo hasta cierto punto. Había una cifra que decía que una vez superada la felicidad, no afectaba a la vida de otras personas. de la misma manera.
Estos dos expertos de la Universidad de Princeton decían que cuando se alcanzan los 75. 000 euros la acumulación de felicidad se reduce especialmente. Es decir, digamos que la felicidad va aumentando a medida que el usuario gana más dinero, pero llega un momento en que se estabiliza y a partir de esa cantidad , los que ganan miles de dólares no están tan contentos.
Uno de los autores de este estudio afirmó que: «Del mismo modo, en los datos de 2010, la mayoría de las personas dieron las mejores puntuaciones, lo que sólo nos habla de las personas insatisfechas y no de la tendencia general de felicidad de la mayoría». en cuenta, los efectos que diferentes. «
Los académicos de la Universidad de Princeton llegaron a la misma conclusión que las abuelas, las madres o la sabiduría popular de todo el mundo, diciendo que «el dinero es el secreto de la felicidad, pero probablemente pueda ayudar un poco». Entonces, con una buena cantidad de efectivo en el banco, las cosas se ven muy diferentes.
Obviamente, cuando ganas una determinada cantidad de dinero al año, la cosa cambia.
No es lo mismo afrontar un reto con lo justo para vivir que afrontar un reto con miles de euros en la cuenta corriente. La tranquilidad de tener todo lo que deseas para afrontar un impedimento en el camino puede ser decisiva. Así que lo haremos Terminar teniendo esta cantidad de efectivo en nuestro poder que nos permitirá tener tranquilidad.
Por supuesto, una vez conseguido, lo que sigue puede ser muy diferente. Empezaremos a buscar otras tácticas de felicidad además del dinero que ya sabemos que tenemos en el banco y cuyo precio no nos hace ni más ni menos. Los expertos concluyen que sí. no trae felicidad, pero ayuda a tener una vida un poco más feliz.
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