Hugo Barcia |
Nueva Delhi (EFE), en un combate que puede ser en unas horas.
India presentó su proyecto Chandrayaan-3 a la Luna el 14 de julio, que entró en órbita lunar el 5 de agosto y planea aterrizar permanentemente en la Luna en su punto más al sur el 23 de julio.
Un hito que no solo convertiría al país asiático en el cuarto país en haber tocado efectivamente el satélite desde la Tierra, después de Estados Unidos, Rusia y China, sino que también lo convertiría en el primer país en tener éxito en su Polo Sur.
Sin embargo, aunque parecía que el único obstáculo para esta ambiciosa empresa era ejecutar bien la maniobra de aterrizaje en la luna, corrigiendo los errores cometidos en 2019, cuando otro proyecto indio se estrelló contra la superficie lunar, Rusia anunció esta semana el lanzamiento de otra nave espacial con el mismo destino: el polo sur de la Luna.
La misión rusa, bautizada como Luna-25, despegará este viernes y supondrá la reanudación de su programa lunar, paralizado desde 1976, cuando el país aún formaba parte de la URSS.
Aunque sale de la Tierra con 28 días de desventaja frente a su competidor indio, la nave rusa espera ganar esta elegante edición de la carrera espacial, ya que según cálculos de la firma espacial rusa Roscosmos, el aterrizaje en la Luna se producirá entre el 21 de agosto y 23
Después de despegar el 11 de agosto del cosmódromo Vostochni de Rusia, el proyecto tardará cinco días en tener éxito en la órbita lunar, donde permanecerá entre cinco y siete días antes de ejecutar la operación de aterrizaje en el Polo Sur, informó Roscosmos.
Consultado por EFE por este competidor inesperado, el portavoz de los angeles Organización de Investigación Espacial de los angeles India (ISRO), BHM Darukesha, dijo que el organismo indio era de los progresos de los angeles misión rusa a través de los medios, pero descartó hacer comentarios a propósito.
En comparación, se espera que el proyecto indio aterrice en la superficie lunar 40 días después del lanzamiento, un retraso similar a la falta de fuerza del cohete que lo propulsó al espacio, a pesar de ser el más pesado de ISRO.
Esto significó que la nave espacial india tuvo que orbitar la Tierra durante veinte días, antes de dirigirse a la Luna, la cual orbitará otros 18 días que recorrerá gradualmente su superficie, hasta intentar aterrizar en la Luna el 23 de agosto.
Gane quien gane esta carrera, las dos misiones están previstas para desplegarse en otros espacios del polo sur de la Luna, y su duración también es muy distinta.
Si bien la asignación rusa se utilizará para verificar nuevas tecnologías de aterrizaje en la luna, recopilar y analizar muestras de la superficie y realizar investigaciones a largo plazo, la empresa india permanecerá activa durante una era única de luz lunar, que durará aproximadamente 14 días terrestres.
Mientras tanto, la estación india, compuesta por un módulo de aterrizaje y un rover, realizará experimentos clínicos y recopilará conocimientos sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua en esta región de la Luna.
La de las dos compañías, sin embargo, coincide con los sucesivos retrasos que han experimentado en su fecha de estreno.
El lanzamiento de Luna-25, en el que la Agencia Espacial Europea (ESA) planeaba enviar parte de su generación a través de un acuerdo de cooperación con Rusia, que colapsó luego de que comenzara la invasión rusa de Ucrania, estaba originalmente programado para octubre de 2021, pero su fecha ha cambiado. ha retrocedido gradualmente hasta este mes.
El proyecto indio también sufrió un retraso de más de un año, ya que ISRO programó su despegue para 2021. Un comunicado llamó a la falla que acababan de sufrir con su predecesor, Chandrayaan-2, que se estrelló en septiembre de 2019 durante un descenso a la superficie lunar debido a desórdenes técnicos con reducción de velocidad.
En los 4 años transcurridos desde entonces, los ingenieros indios han analizado y corregido exhaustivamente todos los errores que llevaron a la decepción, dijo el presidente de la agencia del área, S. Somanath, completamente convencido de la buena fortuna de la misión india.
Esto contrasta con el tono cauteloso del director ejecutivo de Roscosmos, Yuri Borissov, quien, en una asamblea con el presidente ruso Vladimir Putin el pasado junio, explicó que este tipo de proyectos “siempre conllevan un riesgo” y advirtió que la probabilidad de buena fortuna suele rondar el 70%.