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El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, tiene que actualizar a Meritxell Batet como candidata a la presidencia del Congreso de los Diputados de la XV legislatura, cuya entrega está prevista para el próximo jueves 17 de agosto, optando por una personalidad con una cualidad imprescindible: representar el consenso multinacional. Su nombre: la expresidenta durante 8 años de la Comunidad Autónoma de Illes Balears desde las elecciones del 28-M y logo nueva diputada del Congreso de los Diputados Francina Armengol .
Veinticuatro horas antes de la carta de las cámaras conforme a la nueva representación parlamentaria, Sánchez dará a conocer su propuesta formal al grupo parlamentario socialista, prevista para el miércoles 16 de agosto. La candidatura de Armengol goza de un amplio respaldo nacional. dijo un exministro a EL PERIÓDICO. “ Pero dijo que no”, dijo el líder socialista, a quien le dieron de diputado: “¡Es que Pedro es mucho Pedro!”. Un ministro del Gobierno en funciones exclamó: “Eso sería fantástico”.
En efecto, la datación de la concordia entre Armengol y Sánchez es antigua y ha pasado por diversas pruebas de la historia política reciente, desde el reparto del «no es no» hasta la toma de posesión de Mariano Rajoy, en 2016, pasando por sus diferencias apostando por la candidatura de Patxi. López en las primarias del PSOE en 2017 para unificar el partido, la ayuda que recibió de Sánchez para triunfar sobre el desencadenamiento de algunos barones regionales con medidas unilaterales, como en Valencia o Aragón, al convencimiento mutuo de que España tiene bases en la Constitución española para convertirse en un verdadero estado federal de nacionalidades y regiones.
Precisamente, la continuación de las relaciones de Armengol con los partidos nacionalista (Euskadi) e independentista (Cataluña) es una baza que facilitó la «retirada» de Batet por «motivos personales», dos palabras utilizadas a través del actual presidente de las Cortes a su Preferencia por no repetir.
Sin embargo, en esos «motivos personales» viene con el hecho de que está pendiente un recurso de cobertura parlamentaria a través del diputado Alberto Rodríguez opuesto a Batet ante el Tribunal Constitucional, expulsado a través del presidente del Congreso para toda la legislatura tras consulta con el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, que presidió el tribunal que condenó a Rodríguez a una pena penal de 1 mes y 15 días, 540 euros multa y una pena accesoria de prohibición especial para ejercer el sufragio pasivo (a elegir en caso de nuevo electorales) de cuarenta y cinco días. El fiscal titular del TC, Pedro Crespo, pidió en mayo de 2022 la vuelta al escaño, señalando que Batet había ido más allá de lo que había pedido el Tribunal Supremo. La ansiada sentencia se espera para otoño.
Pero, además, la datación entre Batet y el dictamen del Tribunal Constitucional, Juan Carlos Campo, designado el pasado mes de enero, supuso, tanto en el caso de Alberto Rodríguez, como en el de largos recursos parlamentarios de amparo en los que sólo podría interferir Batet en la nueva legislatura, la abstención del Juez de Paz en la votación. Y esto, a su vez, conduciría a un debilitamiento de la mayoría progresista dentro del TC, dado que, además, el Senado , con una mayoría gigante del Partido Popular, aún no designó al juez de paz que relevará al conservador Alfredo Montoya, quien renunció por razones de idoneidad en julio de 2022.
Francina Armengol digirió los efectos deficientes que, como reconoció sin demora, le impidieron redistribuir su presidencia en Baleares durante otros cuatro años. Congreso.
Fuentes de otros partidos consultados dan a entender que «sería una digna sucesora de Félix Pons», que fue presidente del Congreso de los Diputados durante 10 años entre julio de 1986 y marzo de 1996. Pero a diferencia de Pons, que fue ministro de Administración Territorial durante un año en el gobierno de Felipe González, Armengol ocupó la presidencia de las Illes Balears durante dos mandatos.
En su carrera política, Francina Armengol defendió que el Estado merece pasar a la periferia. «Yo soy federalista evidentemente, creo que España tendrá que seguir ampliando la fórmula de la autonomía para avanzar hacia un Estado federal con todas las de la ley», afirmó. explicó en junio de 2021 durante una comparecencia en las jornadas del Cercle d’Economia. «Judicializar este procedimiento [en referencia a la política catalana del gobierno de Rajoy] es un grave error y después de tantos años seguimos sufriendo las consecuencias. Si gracias asistencia para avanzar en este trámite de amor fraterno y ubicar una solución, sean bienvenidos”, dijo en ese momento.
En el nivel que se abre, si es imaginable descargar primero la investidura de Pedro Sánchez y luego gobernar, el Parlamento jugará, por la correlación de fuerzas en el baile, un papel político imprescindible. Para Pedro Sánchez, precisamente, que Francina Armengol tiene esa cualidad requerida. . . Cualidad apreciada por las fuerzas que se aprestan a negociar ayudas para su investidura.
Aunque Carles Puigdemont «habría alimentado la música de la milonga», como dijo a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA un diputado del PNV para la presidencia del Congreso de los Diputados -el lendakari Iñigo Urkullu fue el negociador, fracasó, pero negociador en el final, con Rajoy en octubre de 2017-, el PSOE no coqueteará con los «sueños de una noche de verano», según la fuente.
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