El té verde se ha bebido durante miles de años, pero en los últimos tiempos ha tomado especial relevancia gracias a todos los beneficios que se le atribuyen y que las redes sociales y la internet se han encargado de difundir; sin embargo, hay aspectos de esta hoja que no muchos conocen.
Smothies, repostería, cafés, frapuccinos, sorbetes, bubble tea y hasta pasteles. El té verde está por todos lados, especialmente en alimentos dulces (También se ha abierto campo en la cosmética, pero ese es tema para otra nota). Su explosiva popularidad se debe, no solo a su rico sabor, sino también a sus muchos atributos para la salud y el metabolismo.
Pero hablando sin tanto turrón y sin tanta pose para Instagram, concentrémonos hoy en una simple y llana taza de té verde caliente.
Aunque para los occidentales es todo un descubrimiento, el té verde se ha tomado durante miles de años, especialmente en Asia, donde ya son bien conocidos y aprovechados sus beneficios.
Hoy en día encontramos saquitos de té verde u hojas de té para infusiones en cualquier supermercado o tienda de productos naturales. Su consumo habitual, aseguran los expertos, acelera el metabolismo, es beneficioso para quienes sufren de hipertensión y para aliviar la retención de líquidos.
El té verde es también un buen estimulante, porque contiene alcaloides como los del café (cafeína, teína), pero menos agresivos para el organismo que los del llamado aromático.
Por ejemplo, no es recomendable un consumo excesivo y tampoco en ayunas para personas que padecen de gastritis, porque podría empeorar su condición. De hecho, cualquier persona con una salud normal que beba té verde en ayudas podría experimentar ardor en el estómago y mareos, debido a que es irritante.
Tampoco es un brebaje milagroso que te pondrá esbelto en dos semanas. No te creas que si te dedicas a beber uno o dos litros de té verde diario vas a bajar de peso milagrosamente, por más que sea verdad que ayuda a quemar grasa. Es un buen aliado para este objetivo, sí, pero debe estar acompañado de una dieta saludable y un régimen de ejercicio físico semanal y constante. Tampoco te creas que porque te tomas ese matcha latte con leche o ese bubble tea con crema batida entonces vas a estar quemando esa grasa solo porque contienen té verde. No, la idea es que lo bebas en su forma natural, como infusión (caliente o frío) y SIN AZÚCAR.
También hay mucha polémica alrededor de los suplementos hechos a base de té verde. Estudios han demostrado que esas cápsulas con extractos concentrados de té verde podrían causar a mediano plazo severos problemas de salud, por ejemplo lesiones hepáticas.
El problema está en un ingrediente potencialmente tóxico y que es uno de los compuestos naturales con propiedades antioxidantes del té verde. Se trata de las catequinas, que consumidas en grandes cantidades podría provocar problemas de salud. «El mayor riesgo se presenta en las personas que toman estos extractos más concentrados de té verde», ha explicado Forest. Si vas a suplementarte con estas cápsulas, hazlo con la ayuda de un profesional.
Así que, bueno, consumido de manera correcta y en cantidades moderadas, el té verde es un gran aliando para la salud de tu organismo. Disfrútalo con moderación y todo aprovecha sus beneficios.
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